Opinión

Sánchez sueña con Ayuso

Isabel Díaz Ayuso, en el Cementerio de la Florida, en el homenaje a los héroes del 2 de Mayo.

Isabel Díaz Ayuso, en el Cementerio de la Florida, en el homenaje a los héroes del 2 de Mayo.

  1. Opinión
  2. Blog del suscriptor

En tan sólo cinco días ha tasado Sánchez el pasar del desamor al poder por el amor a su mujer, al amor al poder por el amor a su mujer. No tienen que pasar dos, siete, veinte, o ninguno, no; tienen que ser cinco, y todo el que no pase del desamor al amor al cargo en cinco días, será sospecho de pertenecer a la fachosfera; a cuyo lado del muro de Sánchez será eyectado.

Esta ha sido la representación de la penúltima falacia del presidente del Gobierno para hacerse aclamar por la sanchosfera y demás socios antidemócratas que le mantienen en el poder. Teatralización por la que los medios han dado a conocer la presunta relación entre Pedro Sánchez, su mujer Begoña, la corrupción, y la investigación de todo esto por la justicia. Lo que ha hecho reaccionar al presidente con un hasta aquí hemos llegado con tanta democracia, y espetar que "habrá un punto y aparte".

Después de una manifestación organizada con autobuses y bocadillos, de unos miles de jubilados, Sánchez ha sentenciado que una vez colonizados la mayor parte de las cúpulas institucionales y judiciales; con "Golpe Pumpido" como sumo sacerdote del "prostitucional", y a pesar del inconveniente, temporal, de la toma de CGPJ, ejecutará las leyes contra el "lawfare" -que dice le persigue- y otras para someter y doblegar a los pocos medios que denuncian: los negocios oscuros que benefician a su mujer Begoña; la sospechosa acumulación de patrimonio de su hermano (1,5 millones de acciones de un banco, varios pisos, y una mansión en Portugal), y su dudosa patraña residencial para no pagar impuestos en España.

El bulo de su renuncia, difundido y enfangado por Sánchez, hizo salir a Óscar Puente, anunciando que Pedro es ¡"el puto amo"!

Y ¿qué es lo que quiere un "puto amo"? Quiere putos siervos para que cuando, cual Nerón, prenda fuego a los medios y la Justicia, a la democracia liberal y la Constitución del 78, mientras lo disfrute tocando la lira y escribiendo epístolas acusando del incendio a la fachosfera y anunciando otros cinco días de asueto por desamor, salgan sus siervos a aclamarle cual Kim Jong-un en la plaza Pionyang o cual Putin en la plaza roja.

Tan bien funcionó su bulo, en el que se incluía utilizar a su mujer y enfangar la figura del rey Felipe VI, que sus oráculos enganchados a la teta del susurro presidencial anunciaban la tragedia, y sus ministros maniobras preparaban la sucesión encumbrando al cocero vallisoletano, tras pasar por María Jesús Montero.

Cuando al quinto día se apareció en carne mortal anunciando que se quedaba, sorprendidos, sus maniobras escenificaron frente a los jubilados y sus bocadillos fuertes golpes al pecho y gritos de Pedro el puto amo, mientras sus oráculos gimoteaban sintiéndose engañados; e inmediatamente se ofrecían en fila, como los abajofirmantes, que harán la lista de medios de comunicación, jueces, e individuos no afectos, para su sacrificio en el altar de la sanchosfera.

Que Pedro Sánchez desprecia la democracia y pretende revertirla ya lo demostró con su partido, de donde fue expulsado por "preñar" las urnas de votos detrás de una negra cortina. Su falta de empatía, y frenos contra lo que él tilda y estigmatiza de fachosfera o "los malos", provoca la ruptura de las costuras de las leyes y de la constitución española para acabar con ellos mediante cualquier poder que tenga colonizado, pero ya lo legalizará la Sala a 4 de "Golpe Pumpido".

Para llegar a su idílica democracia popular sanchista, también tiene que acabar con los sospechosos de la sanchosfera, y como Mao, Sánchez en cinco días permitió que "100 flores florezcan y que cien escuelas de pensamiento compitan para promover el progreso de una cultura socialista floreciente". Florecieron, y las vio florecientes, y ahora, cual Mao, sacara la guadaña y cosechara esas flores tras las europeas, ante la aclamación de todos sus siervos.

Cuando su fin llegue, y con él, el de su partido, porque todo malvado tiene su fin, a sus siervos les sucederá como a los médicos de Lenin, que tras tres días muerto ninguno se atrevía a certificar su muerte por miedo a que se moviese de nuevo.

Pedro Sánchez decidió entrar en un tornado totalitario antidemocrático de "preñar urnas", colonizar todos los poderes en él mismo, y eliminar cualquier atisbo de libertad y democracia. Cuanto más avance más endiosado se verá hacia el fin de su obra: la eliminación de la Constitución del 78, la eliminación de la monarquía, y la creación de una república de repúblicas manejada desde el Grupo de Puebla.

En el sueño de la sanchosfera, Sánchez sueña con Ayuso, porque frente a socialismo y siervos que pretende y ofrece, Ayuso acaba con ello ofreciendo luchar por España y libertad. La resistencia a la sanchosfera será dura porque la actitud del psicópata es proyectar en el otro lo que hace él, para justificar todo tipo de acciones, incluidas las de fuera de la ley durante elecciones; pero todo por el bien de la "democracia popular".