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¿Dónde están los musulmanes?

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17 de agosto de 2017. Otro atentado que sumamos a nuestra lista de costumbres españolas, costumbre española porque casi parece que el terrorismo ha convivido siempre junto a nosotros.

Desde los años 60 cuando ETA comenzó a matar, hemos tenido terror y asesinatos en las calles hasta el 11-M, ya estábamos acostumbrados al terrorismo de la organización terrorista vasca hasta se dijo que habían sido ellos, pero no fue así, la realidad es que ese 11 de marzo de 2004 el terrorismo islamista se hizo realidad. Al Qaeda apareció tan cerca que nos dejó casi 200 muertos, trenes destrozados, una espina en el corazón y más de 1000 heridos.

Hasta 2009 que la banda terrorista ETA cometió su último atentado, estábamos amenazados por dos estilos muy distintos, los que quieren huir tras cometer el atentado y aquellos que no les importa morir para aparecer en los brazos de Alá, según ellos. Se inmolan, matan a cuchillazos en la calle, cogen coches y camiones para atropellar a cuantas más personas sea posible, para crear el mayor daño y terror en nosotros.

Ya lo hemos vivido, pero no de este modo, ¿cómo meternos en la mente de éstos yihadistas? No podemos, no los entendemos, no hay posibilidad, para una persona medianamente normal de entender qué se les pasa por la cabeza a parte de unas grandes ganas de matar, de acción, de servir a algo maligno, de tal manera que su seducción a DAESH sea tan tremenda que no le importe perder su propia vida y hacerla perder a los demás por algo que no es real, por algo que es incomprensible, por ese tema radical, querer plantarnos a las mujeres un velo, burka o niqab, que nos sometamos a su horrible y reprimida vida, ese estilo de vida que odian, o eso hacen creer, porque que sepamos los grandes jeques musulmanes, y no tan grandes…

No se privan de absolutamente nada, es esa envidia occidental que siempre han tenido. No seré hipócrita, seré real, lo que a una musulmana le cuesta 30 años poder echarse un tinte y mostrar su pelo (por supuesto, viven en otros sitios) yo lo llevo haciendo toda la vida, con libertad, algo tan simple como eso, lo he visto en Egipto, yo misma, esa cruz que llevan de años y años por un logro que no es logro, es libertad, cosa que no tienen y en el fondo ansían. Esa tirria occidental, no sólo es a nosotros, llegó a la conclusión que es a todos los que tengamos libertad, es decir, todo el mundo, más o menos, tenemos más que ellos, ni vivimos con un retraso de dos siglos como ellos, como quieren pretender vivir, cortando cabezas, toldos los que no seamos ellos, estamos amenazados.

80 presos yihadistas tenemos en nuestras cárceles españolas, Podríamos preguntar tantas cosas… ¿Cuánto van a cumplir? ¿Cotizan? ¿Cómo se tasa esa crueldad?. En Barcelona ha caído una tormenta de lágrimas y asesinatos, que nadie va a poder devolver la vida a esas personas que paseaban por la Rambla, tampoco el miedo creado va a poder ser superado tan fácilmente y volveré a ser sincera ¿Dónde está la comunidad musulmana? ¿Dónde? Un 29% de ciudadanos que viven en Barcelona son musulmanes, quiero verles en las calles, quiero verles en una manifestación condenando la violencia, quiero ver a una digna cantidad de gente no a 3 o 4…

¿Cuándo lo harán? Salir a Barcelona a decir: “No somos como ellos, no nos representan, a nosotros también nos matan” Daría calma, porque lo cierto es que inevitablemente somos humanos y por tanto estúpidos, entre los que me incluyo, y vemos cómo cogemos miedo y rechazo, generalizamos, es así, en el fondo aunque detrás de una pantalla podamos poner una misa entera escrita, en la práctica hay algo que nos causa ese miedo, que no queremos para nosotros. Porque nos están asesinando, imanes en mezquitas captan, gente vinculada a DAESH les dice que nos mate, que conquisten su supuesto Al Andalus, que lo hagan como puedan a cuchillazos o bombas, da igual pero lo hagan. Por eso veo fundamental un paso así por su parte. Claro que hay que ayudar a refugiados, están huyendo, fijarse unas pocas personas lo que pueden hacer, hasta uno sólo montado en un coche… Imaginemos lo que ocurre allí. Pero también necesitamos verles reaccionar, por su bien y por el nuestro, para no equivocarnos y generalizar, para no matarnos verbalmente entre nosotros, para de una vez unirnos en este país.

Luchar contra el terror, ese terrorismo que poco a poco se va apagando y reivindican cualquier acto de un loco cualquier con ganas de ser Terminator, porque pierden terreno y antes o después estarán acabados. Siento profundamente el dolor de las víctimas y los asesinatos que se cometieron este 17 de Agosto que ha manchado nuestra Barcelona, de todos. Por una vez intentemos estar unidos, lo importante es conseguir vencer juntos pese a ideología o lengua y hacer lo que vimos que hicieron Policía y sanitarios de Barcelona, luchar. Que pronto termine.