Opinión

Ante el terrorismo 'low cost', serenidad y valores

Ignacio Echeverria en una de las imágenes difundida por su familia a través de las redes sociales

Ignacio Echeverria en una de las imágenes difundida por su familia a través de las redes sociales

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El pasado atentado terrorista de Barcelona y Cambrils, similares a los producidos en otras ciudades europeas en los últimos tiempos, con un modo de terrorista que podríamos calificar de bajo coste por el uso de medios de fácil y económica adquisición está siendo el modo habitual de proceder de los grupos terroristas.

El porqué de este cambio de forma de actuación en los grupos terroristas lo podemos encontrar en que los procedimientos más eficaces de actuación de las fuerzas de seguridad contra los grupos terroristas es la de detectar y eliminar sus fuentes de financiación. Para mantener un grupo de pistoleros realizando acciones terroristas con material adquirido desde elementos clandestinos es necesario disponer de un presupuesto elevado.

Sin embargo el objetivo de este terrorismo low cost no ha cambiado, y como ya indiqué en otro artículo, según Brian Jenkins el terrorismo es “el uso calculado de la violencia o la amenaza de violencia para inculcar miedo; destinados a coaccionar o intimidar a gobiernos o sociedades en la búsqueda de objetivos que son generalmente políticos, religiosos o ideológicos ".

Por tanto, los grupos terroristas buscan inculcarnos el miedo para intimidar a nuestras sociedades y alcanzar sus objetivos, principalmente de convertirse en actores de primer nivel que les permita negociar con gobiernos y con ello conseguir rendimientos políticos y económicos; el caso del grupo terrorista ETA es totalmente clarificador.
Es por ello que nuestras fuerzas políticas, y principalmente las liberales que tiene un planteamiento más cercano al ciudadano, deben difundir el mensaje que la sociedad debe mantener la serenidad ante una situación que es previsible que se mantenga en el futuro pero que entre todos, de forma conjunta , a nivel español y a nivel europeo iremos haciendo frente para minimizar sus efectos.

Esta serenidad nos debe llevar a no plantear situaciones extremistas y mantener la creencia en los valores de libertad y tolerancia que definen la sociedad europea en su conjunto. Estos valores que nuestros antepasados ya defendieron debemos defenderlos ahora manteniendo la tolerancia que nos permita, no solo vencer, sino también convencer.

Y para hacer frente a estas situaciones solo hay dos alternativas: o aumentar las medidas de seguridad en detrimento de la libertad con un aumento de las fuerzas de seguridad, y sus medios, de forma muy similar a las sociedades dictatoriales, que no considero que sea la alternativa adecuada.

O que los ciudadanos asumamos que tenemos que participar en la seguridad de nuestras sociedades y que cuando tengamos que enfrentarse a la situación de vivir un atentado mantener la calma, no entrar en pánico y ayudar en la medida de nuestras posibilidades a mitigar los efectos del atentado, ayudando a otros ciudadanos o dificultando a los terroristas realizar sus acciones. Si un vehículo se puede convertir en un herramienta de asesinar también puede ser una herramienta para defender a otros ciudadanos haciendo de parapeto o bloqueando la trayectoria de los terroristas. En estos casos no debemos plantearnos ser superhéroes, que sería tanto iluso como peligroso, solo debemos plantearnos ser como Ignacio Echevarría, el hombre que en Londres no dudó en no permitir el daño a otras personas asumiendo el riesgo de esta acción.

Estoy seguro que con muchos Ignacios Echevarrias, el terrorismo low cost tendría unos efectos muy limitados y se trasladaría un mensaje de unidad en la defensa de los valores de nuestras sociedades a los posibles grupos terroristas que les haría plantearse la continuidad de sus acciones por los escasos resultados en la generación de miedo y terror. Muchas gracias Ignacio por servirnos de referente.