Opinión

Improvisar sobre la marcha es cambiar a gusto de...

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Hoy, en nuestra España querida, cualquier persona que quiera adoptar decisiones en base a determinados discursos programáticos de personajes que se dicen líderes para el desarrollo de una nación, lo tiene difícil.

Hoy, se venden panfletos ideológicos con dos contenidos ya preconcebidos: la defenestración del opositor, como objetivo y un paraíso político-terrenal idealizado como ofrenda social.

Dada la rapidez de las redes sociales el concepto IMPROVISACIÓN ha pasado a ser un principio activo al que se atribuye una actividad apropiada para desarrollar un sistema político capaz de abrir las puertas del poder. No confundir con los principios activos positivos para el desarrollo social.

El plurinacionalismo, medicamento genérico, aprovechado de patentes caducadas, es el más puro ejemplo de improvisación política interesada.

Abiertas las puertas del poder, gobernarán, primero, destruyendo lo existente, después, restaurarán sistemas y medidas de reiterado fracaso comprobado. Implantarán bases económicas no soportadas por el organigrama industrial del país. Retorcerán los diccionarios para hacer con otros nombres lo que otros hicieron con el diccionario de la Real Academia, es decir, con lo que se conoce como “realidad social y económica”.

La improvisación tiene las patas muy cortas. Pasados cuatro años los caciques salvadores tendrán un futuro tranquilo y la realidad social, arruinada, será culpa de las crisis internacionales...

Para mayor conocimiento, utilícese la rica bibliografía y recuérdese los aburridos discursos mentirosos de los sucesivos ministros, directores generales, ejecutivos políticos... Todos ellos darán luz y ofrecerán taquígrafos. Las conclusiones son personales.

Recordemos, todos, la improvisación es la acción de hacer algo de pronto, sin haberse preparado previamente o sin que el entorno lo espere.

¡Sálvese quien pueda!