Paralelo 38. Este fue el punto de división entre las dos Coreas tras la guerra sucedida en los cincuenta auspiciada por los Estados Unidos bajo la presidencia de Harry S. Truman.
El general MacArthur dirigía las tropas americanas y estaba dispuesta a lanzar la bomba atómica para acabar de una vez por todas con la resistencia norcoreana, hecho que llevó a Truman a removerlo del cargo de comandante en jefe. Siglo XXI. Sabíamos que el neopopulismo de Trump, un nuevo rico en el despacho oval, llevaría a nuevos ataques mundiales inminentes. Pero el ataque a Siria primero, cuyo gobierno es amigo de Rusia, su aliado de primera línea y posteriormente el brutal bombardeo de Afganistán nos hacen plantearnos algunas cuestiones. ¿Por qué EE.UU. arremete contra el gobierno de Bashar al-Ásad después de más de cinco años de guerra civil interna y desmanes contra la población? ¿Se han dado ahora cuenta de que la población civil sufre, uso mediante o no de armas químicas?
Trump quiere reposicionar a EE.UU. en el escenario internacional y tras las revelaciones aparecidas en prensa sobre el supuesto apoyo de Rusia a su campaña presidencial, nada mejor que una cortina de humo. Realinear a Rusia como un amigo de enemigos, en una especie de antigua URSS es una de las razones de este ataque. Trump quiere demostrar que tiene autonomía: no le debe nada a Putin y trabaja solo a favor de los intereses de EE.UU. A ello contribuyen los consejeros más ultras de la Casa Blanca, con intereses privados, todo sea dicho, en el mundo privado de la empresa armamentística.
Después del hundimiento de la URSS, EE.UU. se quedó sin una herramienta para entender un mundo dividido entre azules y rojos, buenos y malos, un doctrina que les llevó a invadir incluso la isla caribeña de Granada. El empuje del yihadismo tras la derrota soviética en Afganistán, a la que tanto contribuyó EE.UU. sin leer la evolución de la historia (véase la película La Guerra de Charlie Wilson) y sus consecuencias, provocó el nacimiento de Al Qaeda y de otros grupos fanatizados. Ante la nueva realidad, EE.UU. ha desempolvado las doctrinas de la Guerra Fría; donde estaba escrito “comunismo” hizo una sustitución por “islamismo”. A este planteamiento ideológico, ha contribuido en especial el Asesor de Seguridad Nacional Michael Flynn; un general retirado que defiende la existencia de un componente enfermizo dentro del Islam. Se ha tejido pues desde la administración Trump una nueva polaridad en enemigo comunista-yihadista, que tiene que dibujar sobre el mapa a los países enemigos, el "Eje del Mal", expresión acuñada por el expresidente Bush, a quien acompañaba en aventuras internacionales el expresidente Aznar, quien por cierto ha asegurado en una reciente entrevista televisiva que no se arrepiente de aquellos episodios, sino que la foto de las Azores es para él una de las mejores en las que se ha retrató junto con Tony Blair, tercer gran promotor de la Guerra de Irak.
El problema aparece al norte del paralelo 38, cuando un país con un potentísimo armamento nuclear y con un dictador al mando imprevisible, Kim Jong Un, advierte que no le temblará el pulso en pulsar el botón.