Opinión

Muy pocos...

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La tristeza es una situación interna de los seres vivos. Los determinantes necesarios para el florecimiento de ella tienen orígenes en hechos y actos cercanos, o la ausencia de ellos. Las épocas del año también inciden en el ánimo: primavera, la sangre altera; otoño, la caída de las hojas... y así, una larga retahíla de argumentos, más o menos poéticos todos.

Nuestra querida España vive un momento de desasosiego. Hay diferentes temas puntuales cuyos culpables son la llamada clase política, en cualquiera de las situaciones posibles. Gobierno, apoyo al gobierno, oposición al ejecutivo y, la bastarda cuarta vía, odiando a todos los anteriores. Así, tan claro, nítido y palpable es visto por muchas víctimas del terrorismo.

Sobrevivir a un ataque terrorista es difícil; conservar la vida, también. Recuperar el ser anterior a los hechos resulta imposible. Todo será igual para los demás: paisajes, animales, objetos... tú, a diferencia, has cambiado. Sufriste una mutación en tu interior, cuya herida del alma es incurable. Únicamente tienes que aprender a vivir con ella... se encuentra en un rango de "putamierda" o "jodidamente" mal. Días "chachis", pocos, muy pocos.

Decía Bismarck que España es el país más fuerte del mundo: lleva toda la historia intentando autodestruirse sin éxito. Hace unos años se implantó una legislación que prohibía los partidos políticos que fueran apéndices, partes o reflejo de una banda terrorista. A la par se desarrollaron leyes para luchar contra la violencia callejera. Una de las características fue la incorporación de la condena a los padres por los daños causados por los hijos. Por ejemplo, desde entonces, la flota de autobuses de Bilbao y San Sebastián se renueva para modernizarse, excluyendo daños ocasionados mediante incendio intencionado.

Posteriormente el poder legislativo avanzó en la lucha contra el terrorismo por la apología del mismo, promulgando el artículo 578 del Código Penal en el año 2000. Se plantearon ciertas dudas, especialmente por el derecho a la Libertad de Expresión. Una persona normal, sin tener el vicio de otra información que la educación recibida en su familia, ve complicado cómo algunas criaturas pueden arrogarse derecho de insultar a otras.

Los estudios psicológicos buscan cómo aliviar nuestros síntomas, intentando resolver un cerro de dudas, a cada cual más complicada. Los agentes externos nos proporcionan tremendas caídas por el desfiladero interior. Sí, como lees, somos propensos a caer por un desfiladero interior de miles de metros. Subir por él, salir del túnel o pensar en un pozo oscuro ocasiona movimientos quasi telúricos a nuestro alrededor. Algunos toman por la calle del medio, de al lado e incluso deciden tomar el maldito callejón sin salida...

La Segunda Victimización consiste en realizar actos que lleven al personal a rememorar aquellos hechos violentos y terroristas. ¿No os vale la primera vez, malditos bastardos? ¿Qué libertad es ésa de intentar jodernos la vida que nos queda por segunda, tercera, cuarta...? Textos, mensajes, canciones, fotografías de apoyo, bailes, recibimientos a los presos como héroes...

Las personas encargadas de administrar Justicia ponen en libertad a terroristas asesinos. Esas alimañas se arrogan el derecho de visitar a sus seres queridos -dudo que tengan esos sentimientos-, en tanto han asesinado a sangre fría, cruel y vilmente a humanos. ¿Han contribuido a resolver otros asesinatos? ¡Más de 300 crímenes de ETA hay pendientes! Esos asesinos, ¿cumplieron íntegramente las condenas penales y civiles? ¿Y sus familias?

Esa banda asesina terrorista ha anunciado la entrega de armas y explosivos. Partidos políticos -PSOE, PNV, Podemos, EH Bildu (representado por el terrorista Arnaldo Ortega), Izquierda Unidad, Geroa Bai y los sindicatos ELA, LAB, CCOO y UGT, han solicitado a ETA que realice "en el más breve espacio posible de tiempo, un único acto de desarme unilateral, completo, definitivo y verificado".

Uno a uno, todos los culpables, quienes apoyaron, informaron, ocultaron, cooperaron en asesinar a 379 personas sin juicio, además de otros aún en búsqueda y captura por hechos cometidos, juzgados y condenados, deberían ser conducidos ante la Justicia. ¿Qué catadura moral tienen políticos ante las familias de sus correligionarios asesinados cuando ahora comparten mesa con terroristas?

¿Se puede ser más miserable? Sí, ellos pueden.

Recuerden: para el triunfo del mal, sólo hace falta que los buenos lo permitan. Levantar la mirada, otear el horizonte y buscar quién defiende a la sociedad de España, a las Víctimas del Terrorismo y al resto de la humanidad de la banda terrorista ETA es complicado...

Aquellos años, cuando salíamos a la calle millones de personas exigiendo Dignidad, Memoria, Justicia y Verdad frente al terrorismo... quedamos pocos, muy buenos y muy pocos.