Opinión

De 30 monedas a 250 kilómetros

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España es un país maravilloso. Creo que somos únicos en el mundo y cuya competencia somos nosotros mismos. Día a día, año a año, intentamos batir nuestro propio récord, igual da si es más estúpido, cobarde o pusilánime.

Abordar el tema terrorista es, cuando menos para algunos de nosotros, ciertamente doloroso. En parte porque giró la singladura vital y, además, muchas familias han visto cercenadas su futuro. Un castizo podría denominar:

-Esta vida es un asco -ya que rememoramos día a día el atentado nuestro y sentimos como propio el resto.

Enrique Múgica, siendo ministro de Justicia con el Gobierno del PSOE, estableció la política de dispersión a presos de terrorismo en el año 1989. Los presos de ETA estaban agrupados en las cárceles de Herrera de la Mancha (Ciudad Real), Alcalá Meco y Carabanchel (Madrid). Eran auténticos guetos donde no cumplían las normas de Instituciones Penitenciarias, quasi en un régimen dictado por la propia banda terrorista. Por ejemplo: controlaban el régimen de visitas y comunicaciones de los internos con sus familias, decidiendo si se recibían o no y quién tenía derecho a efectuar esa relación con los condenados.

La Administración repartió por prisiones de toda España a los miembros de la banda. Se logró romper la estructura interna de ETA dentro de las cárceles y el exterior. Unos 120 presos comenzaron a colaborar con el régimen penitenciario, alejarse de la banda y conseguir algunos beneficios penitenciarios; algo terminantemente prohibido por la dirección de ETA hasta el momento.

Esa política puso en el punto de mira a los funcionarios de prisiones. Don Ángel Mota fue asesinado por ETA en 1990. Luego vendrían otros, llegando al caso del secuestro y tortura de don José Antonio Ortega Lara, quien a la sazón era afiliado al Partido Popular.

La política de incluir presos de ETA en las negociaciones con los diferentes gobiernos de España ha sido clave en nuestra historia. Políticos de primera línea como don José María Aznar, así como otros concejales o personas con otrora cargos políticos -como don Miguel Ángel Blanco Garrido, don Isaías Carrasco, don Ernest Lluch-, sufrieron atentados terroristas, causando la muerte en muchos de ellos. Es más, Don Fernando Múgica Herzog, hermano del Ministro, fue asesinado por Francisco Javier García Gaztelu, alias Txapote, y con colaboración de Valentín Lasarte Oliden. Esta última alimaña está en libertad y andorretea por las calles sin haber cumplido íntegramente su condena, colaborado con la Justicia en resolución de atentados o detención de miembros de ETA y, tampoco, ha resarcido la condena civil a los familiares de sus víctimas. Repetiré una pregunta que hice hace tiempo: ¿Se puede ser más miserable? Sí, se puede.

El Gobierno de España en 2017 está encabezado por Mariano Rajoy, otrora fue ministro de Interior. La aritmética parlamentaria indica que no tiene mayoría absoluta. Por ello, cada pretensión de aprobar una Ley ha de pasar por un laberinto de negociaciones con otras formaciones. Unas tienen más sintonía con el conjunto de España; otras poseen ciertas reticencias a una conjunción con el gobierno; hay una tercera siguiendo el argumento “yo te doy si tú me das” y, por último, existen varios grupos absolutamente contrarios a cualquier iniciativa.

El proyecto más importante de un gobierno son los Presupuestos Generales del Estado. El impasse recorrido durante 2016 hasta formalizar un Gobierno electo supuso la prorroga de ellos. Es decir, lo más importante son los números...

La tradición cristiana española lleva a recordar la simbología numérica de la Sagrada Biblia: primero, de Dios único; segundo, como testigos para confirmar veracidad; séptimo, el ideal de perfección y plenitud; décimo, del conjunto o totalidad de algo; doceavo de estructura completa y construida divinamente. Añado de mi propia cosecha el número treinta, como el número de piezas de plata entregadas a Judas para traicionar a Jesús.

El Gobierno de la Comunidad Autónoma Vasca, en manos del PNV, pretende obtener la competencia de Instituciones Penitenciarias en su territorio, además de la sanidad en ellas. Se ha publicado su pretensión de limitar a 250 kilómetros la distancia de los presos de ETA respecto de las provincias vascongadas.

¿Cambiará Mariano Rajoy el número 30 por 250 en la negociación de los Presupuestos Generales del Estado, aunque sea en diferido, cuan costumbre del PP?

Las Víctimas del Terrorismo tendremos difícil, muy difícil, quasi imposible, digerir dicho cambalache. Los muertos, heridos, familiares, amigos tenemos una percepción diferente de la visión de los políticos. Pedimos únicamente: Verdad, Dignidad, Memoria y Justicia. Nunca, nunca hemos pedido o realizado actos en venganza. Recordemos que, alguna organización mayoritaria, no significa ser la totalidad de miembros, ni están en disposición de tener la razón sobre ellos.

-Se fuerte Mariano, si cambias, en las próximas elecciones... no me llames.