Opinión

La osadía de hablar español en España

La 'app' CatalAPP ha sembrado la polémico por su señalamiento a los comercios que no atienden en catalán / CG

La 'app' CatalAPP ha sembrado la polémico por su señalamiento a los comercios que no atienden en catalán / CG

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Cuál ha sido mi sorpresa -aunque bien pensado, no sé de qué me sorprendo- cuando en el día de ayer me enteré de que existe una aplicación llamada CatalApp, descargable gratuitamente desde Google Play, cuyo creador es la plataforma pancatalanista Plataforma per la Llengua y que básicamente se emplea para marcar a los comercios de Cataluña en los que se habla o rotula en español. Entre otras lindezas, en la descripción de la app se incluyen frases como la siguiente (aquí traducida al español):

"Gracias a la Catalapp, los consumidores podrán saber qué comercios tienen una actitud más responsable con el uso del catalán. Además, también servirá para hacer conocedores a los establecimientos con peor valoración de la necesidad de mejorar su política lingüística".

Qué simpáticos y atentos éstos de Plataforma per la Llengua; crean una aplicación para llamar la atención a esos comerciantes catalanes que tienen la fea costumbre de atender o rotular sus negocios en español.

Si ya de por sí la aplicación me parece deleznable por ser una mera herramienta de coacción y de chantaje a los establecimientos que utilizan el español (sí sí, han oído bien, hablan español en España; ¡qué osadía!), lo peor de todo es que haciendo una consulta en la página web de Plataforma per la Llengua descubro con estupor (aunque insisto de nuevo, no sé de qué me sorprendo) que la plataforma tiene suscritos convenios de colaboración desde 2012 y hasta 2018 con la Generalidad de Cataluña. El importe total de subvenciones por estos convenios en el citado período es de 3,720,000 euros. Pero las subvenciones públicas no terminan en las que otorga la Generalidad, faltaría más, sino que en la propia página web se pueden consultar las que han otorgado organismos públicos como diputaciones (las cuatro diputaciones catalanas, por supuesto), ayuntamientos o, lo que ya es de traca absoluta, hasta el propio Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad.

Es decir, resumiendo, tenemos una app creada básicamente para incitar al odio hacia los que no saben el idioma catalán o simplemente no les da la gana de hablarlo porque están en todo su derecho (y más en su propio negocio) y esta app está pagada por mi bolsillo y el suyo. Aunque, y a riesgo de ser pesado, tampoco sé de qué me sorprendo, puesto que estamos bien enseñaditos a pagar embajadas catalanas en el extranjero, pseudoconsultas domingueras/referéndums de secesión, etc. sin que pase nada.

Y yo ahora me pregunto (iluso de mí), ¿hasta cuándo vamos a tener que aguantar los españoles este robo permanente por parte de la tribu suprema del secesionismo catalán? ¿Cuánto va a durar esa especie de complejo de culpa e inferioridad permanente que hace que algunos españoles disfruten siendo atracados, insultados y menospreciados por esa rancia casta que es la cúpula del secesionismo catalán? ¿Hasta cuándo va a durar la inacción, dejadez o gandulería del gobierno de España en defender el interés público en Cataluña?, ¿van a actuar las instituciones para investigar herramientas como Catalapp que directamente atacan derechos básicos como es el poder expresarse en español en España?

Pero bien pensado, ¿qué sabremos nosotros, vulgares españoles, que carecemos de esa clarividencia mental de esa raza superior, (qué digo superior; ¡suprema!) que es la élite intelectual secesionista catalana? . Lo nuestro es callar y pagar.