Opinión

Tú sin mí no eres nada

Tomás Serrano

Tomás Serrano

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El derecho a decidir a la escocesa que exige el president Puigdemont y su vicepresidente Junqueras es una más de las vilezas con la que se trataría de limitar el derecho de decidir del resto de los españoles en una supuesta independencia de Cataluña. Niego el supuesto derecho de quienes actuando como corsarios rehúyen la ley. ¿Qué nación se levanta con una bandera pirata?

Cataluña al contrario que Escocia jamás fue nación. ¡Jamás en su corta y manipulada historia! Por mucho que la mentira se repita un millón de veces continuará siendo tan falsa su nación virtual como la idea que propagan de que San Ignacio, Cervantes Colón y mi santa Teresa de Ávila fueran catalanes. Escocia era un Estado soberano antes de la aprobación del Acta de Unión de 1707. En Reino Unido, ese Acta contempla la secesión escocesa si esa es la voluntad mayoritaria de sus ciudadanos, pero en España la Constitución de 1978 establece en su artículo segundo la “indisoluble unidad de la nación española”. Y, ante ello no caben amaños políticos que respalden la independencia de una Comunidad. La soberanía recae en el pueblo.

Si lo que persigue el independentismo es poder y presupuestos conviene recordar que Cataluña tiene más de 58 competencias exclusivas o compartidas. Gestiona educación, asuntos sociales, tráfico, determinación de políticas económicas y de comercio, cultura, turismo y vivienda; muy por encima del régimen de competencias que tiene Escocia.

Las inversiones del Estado español en Cataluña son las primeras en materia de infraestructuras. Y a pesar de ello aún persiste la idea de que España nos roba. Si lo que anhelan los independentistas es semejarse a Escocia deberían considerar la posibilidad de devolver competencias al gobierno de la nación y callar. La fortuna con la que cuentan los aspirantes a secesionistas es la indolencia de un pueblo al que se lleva manipulando 40 años de democracia y, siempre con la connivencia de un gobierno -supuestamente Central- que les dejó hacer. Socialistas y populares que miraron a otro lado cuando necesitaron de su mayoría y ocultaron los más flagrantes casos de corrupción. Un pueblo que se ha creído un cuento y al que manejan como títeres. 

Hoy se me antoja difícil negociar una salida pacífica en Cataluña ante quien pretende decidir unilateralmente, ante quienes mantienen posiciones intransigentes y fuera de la ley. Si finalmente los independentistas que forman la mayoría en el Parlamento catalán decidiera unilateralmente la proclamación de la República Catalana, el gobierno se vería de nuevo abocado al envío de ejercito para recuperar el control de las instituciones como en Octubre de 1934 lo hiciera el general Batet con poco más de 400 efectivos siguiendo ordenes del presidente Lerroux. ¿Será Rajoy capaz de emular a Lerroux?

Dice el Art.155: "Si una Comunidad Autónoma no cumpliere las obligaciones que la Constitución u otras leyes le impongan, o actuare de forma que atente gravemente al interés general de España, el Gobierno, previo requerimiento al Presidente de la Comunidad Autónoma y, en el caso de no ser atendido, con la aprobación por mayoría absoluta del Senado, podrá adoptar las medidas necesarias para obligar a aquélla al cumplimiento forzoso de dichas obligaciones o para la protección del mencionado interés general".

La pregunta pasa por entender los motivos por los que no se aplicó el art.155 de la Constitución llegando a un punto de difícil retorno. La respuesta a esta pregunta no está aún en los libros, pero se intuye en las amenazas con las que el honorable Pujol advertía al Estado de que en el caso de ir a la cárcel ante los casos de corrupción publicaría un dossier que haría caer la democracia. Y, yo como a Drake le creo.

Nadie discute el derecho a soñar en una tierra prometida, pero como con Abraham discrepo de quienes durante 40 años vagan por un desierto que divide, enfrenta y conduce a la desolación.

Hay un corrido mexicano que canta el grupo Voz de Mando cuya letra refleja el pensamiento de una gran parte de españoles ante la situación actual:

"Te compre ropa y bolsa de diseñador
Unos lentes con brillantes incrustados
Te puse pechos, te puse nalgas
y una cintura dónde tu tenías llantas (michelines)
Te compre más zapatos que para un cien pies
y pestañas largas, negras y rizadas
Nariz bonita, respingadita
Y ahora resulta
Que te sientes el más bello monumento
Fuiste una mala inversión y me arrepiento
Pues tus palabras de amor arrastró el viento.
Ahora resulta que no estoy en el nivel que tú pensabas
Me dices eso y otras tantas pendejadas
Ahora resulta muñequita ahora resulta
Maldita puta, antes de mi tú no eras nada!".