Opinión

La gestación subrogada y el liberalismo progresista

  1. Opinión

Tras la IV Asamblea General de Ciudadanos celebrada en Coslada, se ha aprobado un nuevo ideario en el que la definición de partido liberal progresista se ha consolidado, y que en palabras de Juan Carlos Girauta, ha de servirnos para los próximos diez años. Y sí, era el momento adecuado y necesario para hacerlo, y sí, la dirección tomada es la correcta, la de la libertad, el progreso, la dirección del centro político.

No es necesario olvidar, y de justicia es recordar, que Ciudadanos surgió en Cataluña, en la izquierda constitucionalista que se cansó de su orfandad de representación política hace más de 10 años. La necesaria eliminación de definirse como partido socialdemócrata, no pretende renunciar a dicho origen, pretende dirigirse al futuro, puesto que para crear el centro político en nuestro país, hay que dejar claro que no somos de izquierdas, que no queremos que los gobiernos continúen con políticas socialdemócratas que no funcionan.

Ahora, en España, existe un sector de nuestra sociedad que se encuentra completamente huérfano de representación política, los liberales, los que queremos llevar a cabo reformas, a diferencia de conservadores y socialistas, que ni siquiera permiten que la separación de poderes sea una opción a debatir encima de la mesa. Creemos que el ciudadano es más importante que el mantenimiento de ese poder casi absoluto de las distintas Administraciones sobre nuestras casas, negocios, trabajos… sobre nuestras vidas. Dicha política sólo puede llevarnos al progreso, a modernizar nuestro país.

El liberalismo no es una mera teoría económica, es toda una concepción humanista. El humanismo liberal, defiende y reivindica la libertad del individuo que vive en sociedad, como el foco principal, mucho más allá de las relaciones económicas. Mira de frente a la sociedad, y sin ánimo de controlarla, más bien de regular correctamente para proporcionar los mecanismos que permitan que la acción humana pueda desarrollarse, y no impedir la natural búsqueda de la felicidad del individuo. No debemos encaminarnos a una sociedad en la que el individuo sólo tenga garantizado el derecho de pagar el tributo.
Un claro ejemplo del humanismo liberal del siglo XXI que representa Ciudadanos, un claro ejemplo de liberalismo progresista, es la defensa de la gestación subrogada.
Pero, ¿qué es la gestación subrogada?
El escenario de esta medida que conjuga libertad, amor, innovación y familia, puede ser una pareja, heterosexual u homosexual (¿a que no era necesario hacer la distinción? duplicar el lenguaje por género, tampoco), o personas sin pareja que deseen tener hijos, pero debido a una imposibilidad biológica, no puedan. ¿Cuáles son sus opciones en España? Sin opción, la libertad es una víctima más del mal uso del lenguaje.

La primera podría ser la que en su momento fue una medida innovadora, la reproducción asistida, si biológicamente fuese factible, pero incluso si así fuese y ésta no funcionase, tras largas fases emocionalmente duras, ¿qué opción queda? Si han pensado en la adopción, desconocen la terrible situación de abandono por parte de las autoridades de la misma, ya que se convierte en muchas ocasiones en una opción imposible, y tampoco hemos de olvidar el legítimo deseo de las personas de tener sus hijos biológicos.

En la gestación subrogada existen tres sujetos que intervienen, los responsables del embrión y la gestante del mismo. El modelo canadiense en el que se basa Ciudadanos, establece la necesidad de que la gestante actúe por motivos altruistas, pudiendo recibir únicamente los gastos derivados del embarazo y parto, con una cantidad como límite. De esta forma se evitan las situaciones de sometimiento de la mujer, pudiéndose perseguir así las redes ilegales de dichas conductas.

Pero si la gestante no gana dinero, ¿quién se presta a ello? Pues puede ser alguien muy cercano a la pareja, ¿recuerdan a Phobee con su hermano y su mujer en la serie Friends? O simplemente alguien que desee hacer dicho acto de generosidad.

Una vez que estas tres personas están de acuerdo en la gestación subrogada, no puede ser la Administración, principalmente en el Registro, la que imponga o niegue la filiación de dichos niños. Que no se reconozca a los padres del embrión que sea su hijo a efectos legales y que según la Administración intervencionista, lo sea la gestante, que únicamente quiere ser eso. Ya hay sentencias en Europa reconociendo la filiación de dichos niños tras largos años de incertidumbre y procesos judiciales frente a la Administración.

La situación de indefensión de esos niños provocada por la no regulación de estos casos, lleva al sufrimiento de muchas familias que quieren serlo con los mismos derechos que las demás. Aunque las estadísticas digan que no son muchas familias, a mí sin embargo la situación de dolor por la injusticia de la Administración, hace que me resulten demasiadas.

Es una reforma valiente lejos del conservadurismo, y que da opciones a la libertad.