Opinión

'Figuras ocultas'

Fotograma de Figuras ocultas.

Fotograma de Figuras ocultas.

  1. Opinión

Aunque quizás no sea muy inteligente escribirlo de inicio, debo advertir al lector que se adentre en este artículo, que este no le va a resultar especialmente brillante. La parte positiva de esta aseveración es que puedo argumentar formal e intelectualmente el motivo por la cual esta no va a ser una crítica ni mucho menos memorable, la negativa es que no por explicarlo voy a renegar de mi primera afirmación.

Creo que el alma humana, y escribir es una de sus formas de expresión, alcanza sus cotas más elevadas y sus cimas artísticas más notables, cuando la inspiración proviene de un elemento que provoca pasiones extremas, ya sean de goce, o de odio. Pues bien, al hablar de Figuras Ocultas, no me sucede ni lo uno ni lo otro, se trata de un film que no detesto especialmente, pero que tampoco me transmite ninguna sensación de especial intensidad en sus más de dos horas de metraje. Nada se me ocurre menos excitante que embarcarme en opinar de un film, cuya extrema corrección formal e interpretativa lo lleva por los caminos de la planicie emocional, y que al mismo tiempo, apenas da lugar a plantear ninguna controversia o debate en torno a su argumento y a su forma de enfocarlo.

Lo que quiero decir es que una película anodina, no puede ser más que glosada por una crítica igualmente anodina, donde como autor de esta, no voy a poder despellejar al director ni a ninguno de sus intérpretes, ni voy a poder transmitir pasión o emoción alguna por ninguno de sus 127 minutos de duración.

No obstante, si algún lector queda aún a esta altura del artículo, creo que se merece que le haga algún comentario enjundioso y explicativo del porqué de mi postura en relación a este film. Figuras Ocultas narra la no muy conocida historia de tres brillantes mentes que trabajaban en la NASA cuyo delito era el de ser mujeres, y sobre todo negras. Se trata de una historia contada de forma clásica con el pulso narrativo y formal proveniente de una de las mejores tradiciones del cine americano, que a través de biopics o historias de superación basadas en hechos reales, ha mostrado al mundo lo mejor y lo peor de la historia de su país, donde el individuo se enfrenta a un sistema injusto al que muchas veces acaba derrotando y cuyo heroísmo, con el tiempo, acaba siendo glosado por Hollywood.

A mí la verdad es que me gusta este tipo de cine, y son innumerables las grandes obras que autores tan dispares en época y estilo como John Ford o Frank Capra, y en este mismo 2016 Clint Eastwood y Mel Gibson, han enriquecido esta tradición fílmica a la que me refiero.

El problema con Figuras Ocultas es que, a diferencia de Sully o Hasta el último hombre, ambas obras más que notables, ni suma, ni resta, es tan correcta como insustancial, tan fiel como anodina, tan a priori interesante como finalmente insignificante. Apenas han pasado unos pocos días desde que la vi, y prácticamente la he olvidado por completo. Ni apasiona, ni ofende.

En cualquier caso, en su clasicismo (entendido aquí como acartonamiento) y en su buena voluntad por contar algo interesante y real, tengo la convicción de que mucha gente valorará positivamente esta película e interesará a algunos, y aunque no sea mi caso, lo entenderé, ya que ni siquiera me siento con fuerzas de justificar en exceso mi desidia por esta cinta. Pero forzándome a ir un poco más allá (creo que a estas alturas ya nadie salvo familiares y amigos continuarán leyendo esta oda a la puerilidad), y ser algo positivo, el film narra un hecho real que me parece que es justo que sea conocido y que sus protagonistas tengan su merecido reconocimiento. Las interpretaciones son correctas y algunas situaciones permiten describir una realidad cruel por encima de discursos altisonantes (me refiero a la plasmación de lo irracional de la discriminación racial contado a través del uso del lavabo). Aparece un Kevin Costner más que correcto a quien hace tiempo que no veía, y por el contrario está una Kirsten Dunst tan infrautilizada como gris en su interpretación.

Además está nominada al Óscar a la mejor película, ha cosechado algunas muy buenas críticas, y me consta que ha gustado a mucha gente, con lo cual no soy yo quien les implorará que no vayan a verla, aunque sí que les diré, que si lo hacen, que sea porque ya han visto La La Land o La llegada, películas que sí dejan huella, y por las que sí estoy dispuesto batirme en duelo con cualquiera.

NOTA 5/10