REFLEXIONES

Las cuentas claras y las primarias más

Cola para votar.

Cola para votar. Reuters

  1. Opinión

Como yo, creo que muchos españoles se preguntan de dónde salen los fondos necesarios para sufragar los gastos que origina toda una campaña de primarias en cualquier partido político.

¿Existe alguna normativa legal que reglamente los mismos?

No hace falta sacar primero de carrera para presuponer que los costes de toda una campaña, en el entorno de un partido político de estructura nacional, son muy elevados.

Viajes, alquileres, publicidad, medios técnicos, equipo de apoyo, manutención, etc., etc., deberían ser conocidos y auditados por entidades independientes y de reconocida solvencia.

Entendemos que dichas campañas nunca deberían estar sufragadas con fondos públicos; entendemos que las donaciones dinerarias o en especies deberían estar controladas por la autoridad competente al efecto; entendemos que ciertos gastos con efectos fiscales deberían ser controlados por la AEAT; entendemos que los candidatos deberían presentar, previamente, su capacidad económica; entendemos, Dios nos libre de pensar mal, que los fondos de los partidos y las cuotas de la militancia no son empleadas a favor de una u otra candidatura...

Ante tantas dudas, la verdadera democracia obliga a ser transparentes y claros, porque el pueblo llano, como Tomás, “si no ve la marca de... si no pone las manos en... NO CREE”.

Mi padre tenía una hucha con una pequeña llave. Todos los años, llegada la temporada taurina, cogía la hucha, la abría con cuidado y, bajo la atenta mirada de mis hermanos y mía, contaba todo lo ahorrado y calculaba para cuántas corridas le daba el montante acumulado. Años había que sólo le llegaba para un “par de novilladas”. El pobre se conformaba... él no tenía ni donaciones, ni subvenciones, ni fondos estructurales, ni cuotas de amiguetes.

Nos miraba y nos decía: “hijos míos, donde no hay, no hay y en los toros la pela es la pela”.