REFLEXIONES

Yo no soy raro

La vida en los pueblos españoles.

La vida en los pueblos españoles.

  1. Opinión

Hace más de treinta años que decidimos venirnos definitivamente a vivir al pueblo de mi mujer, Biar un pequeño y encantador pueblo de la montaña Alicantina, nos decidimos por que creemos que hoy en día, la calidad de vida, está en esas pequeñas poblaciones de nuestra España, donde la gente se conoce y se saluda por las calles, donde la tranquilidad se impone al estrés, donde no hace falta inventar nuevas formas de vida, funcionan como siempre han funcionado, por que sus gentes, que tienen algo de ácrata, saben lo que tienen que hacer, lo intuyen, está en su memoria colectiva de pueblo, aunque sea simplemente por supervivencia.

De vez en cuanto sale alguno de sus dirigentes políticos, y se empeñan en ser sus salvadores, su insignia, se creen que han tenido una idea rescatadora y se empeñan en ayudarnos a seguir adelante en nuestro camino, sin saber que el pueblo es más sabio, calla y se muestra en estado autentico de pasotismo anti-caciquil, el pueblo sonríe, calla y asiente, y espera pacientemente que vengan otras elecciones, y otro gobernante, que simplemente gestione sus impuestos, y que no suban “por Dios”, y no se dedique a “salvarnos” con nuestro dinero.

Pues sí, esto es lo normal de la España rural, de la España tranquila, que vive verdaderamente en paz, ajena a luchas de sillones, cargos y medallas, una España que no es rara, nada rara, es normal, y debería ser lo normal en todos los sitios.

Todo esto me lo enseñaron nuestros mayores, esos que se sientan en el paseo, viendo pasar a la gente, viendo pasar el tiempo desde sus bancos, sin prisas y con toda una vida meditada por detrás, ellos me enseñaron que no soy “raro”, nada “raro”, y que gracias a Dios, no me equivoqué de camino en la elección de vida que decidimos seguir mi mujer y yo.