Opinión

Sindicatos descolocados

La concentración ha sido convocata por el Sindicato de Estudiantes

La concentración ha sido convocata por el Sindicato de Estudiantes EFE

  1. Opinión

Cuando el sentido de la realidad social se lleva al tinte, los Sindicatos terminan pensando que lo que ocurre en las empresas siempre es culpa del Gobierno de turno, de las normas establecidas o de la mala formación del buscador de cursos subvencionados. Cuando eso ocurre, los Sindicatos, para acallar su farisaica conciencia, justificar la multitud de locales sindicales vacíos y sobre todo para creerse los Guerreros del Antifaz, los Roberto Alcázar y Pedrín, se lanzan a la calle al grito de: “El Gobierno mira para otro lado”. Nosotros os daremos: “Trabajo, digno, seguro y... bien pagado”. “Fuera Rajoy y Compañía”.

La verdad es otra y los sindicatos lo saben. Su estructura, necesaria según ellos, para, in vigilando, controlar el ámbito laboral, la han convertido en una forma de vivir muy bien, bastante bien y nunca mal; basta, simplemente, con saber llevar los pasos en el baile de salón de las estructuras sociales.

Saben muy bien de la connivencia, comentada en muchos casos, de la Inspección de Trabajo con los altos cargos de las empresas; saben muy bien de muchas empresas que no aplican los Convenios debidos; saben muy bien de los horarios ajustados sin mirar al Estatuto de los Trabajadores; saben muy bien de la mala utilización y abuso de lo conocido como externalización; saben, conocen y no hacen nada ante aquellas empresas que, trabajando para temas relacionados con la Seguridad Social, obligan a sus trabajadores a ser Autónomos, cuando debían estar en el Régimen General...

De todo eso y más, los Sindicatos son conscientes y saben que la Inspección de Trabajo está al tanto de ello y que los llamados Partidos Políticos o lo que es lo mismo, los Grupos Políticos de Intereses Gremiales lo saben y miran el tema de soslayo... pero, a pesar de todo, los Sindicatos, farisaicamente, quieren lanzarse a la calle y para justificarlo, dicen que han perdido las direcciones de los Despachos de las Empresas, las direcciones de los Inspectores de Trabajo, las direcciones de los Tribunales, las direcciones de los Responsables Políticos...

La verdad es que lo que han perdido es la Dignidad necesaria para no mentir, la Dignidad necesaria para denunciar, la Dignidad necesaria para exigir el cumplimiento de los convenios... Han perdido el sentido de la realidad social...

La culpa... las malas compañías, las buenas comidas, las hipócritas tertulias formativas y, sobre todo, la culpa la tiene el miedo a perder el excelente modus vivendi que han conseguido con los años.

Lo fácil: la calle, la calle, pancartas, pancartas... A todo esto, en otros países, se le llama corrupción.