MUERE FIDEL CASTRO

La Historia lo juzgará

1 de enero de 1959, triunfo de la Revolución Cubana.

1 de enero de 1959, triunfo de la Revolución Cubana.

  1. Opinión

Ha muerto Fidel Castro. El último icono revolucionario del siglo XX. El postrimero superviviente de la Guerra Fría. Tantas luces como sombras.

Para sus detractores, un líder autoritario; para sus defensores, un líder antiimperialista, defensor de su pueblo. Lo cierto es que no se podrá entender la Historia del siglo XX sin la magna figura de Fidel Castro. Como dice Ignacio Ramonet, autor de su biografía más completa (Biografía a dos voces, Debate, 2006): “Hay que darse cuenta de que Cuba no es nada, es un pequeñísimo país de 10 millones de habitantes y que no tiene ningún tipo de recurso. Si no hubiese habido una revolución nadie hablaría de Cuba como nadie habla de Martinica o de Jamaica”.

Tras el fallido golpe de 1952 contra el régimen de Batista en el cuartel de Moncada, cuando expuso su programa político, Castro dijo que la “Historia lo absolverá”. Sus detractores -algunos intelectuales de mucho peso como Mario Vargas Llosa- dicen tras su fallecimiento que “la Historia no lo absolverá”. Yo creo simplemente que la Historia lo juzgará.

Creo que es muy temprano para poder realizar una valoración histórica, y ciertamente aventurado hacerlo en pocas líneas. Pero no me resisto a hacerlo sobre dos procesos que cambiaron al mundo del siglo XX y que pare mi resultan de máxima trascendencia: el triunfo de la revolución cubana en 1959, y el alcance del punto máximo de la Guerra Fría con la Crisis de los misiles de 1961 que estuvo a punto de poner al mundo al borde de una conflagración.

El primer Castro

Hijo de emigrantes cubanos. Estudiante con los Jesuitas en la Habana. Iniciado en el partido ortodoxo y en primaras aventuras revolucionarias como el desembarco de una guerrilla contra el sanguinario dictador dominicano Rafael Leónidas Trujillo, imprimió al proceso revolucionario un carácter propio.

Fue nacionalista antes que marxista, y no en primer lugar antiamericano. Lo atestiguan las fotos de su viaje a Nueva York, donde fue aclamado, antes de la Revolución. Después del fracaso de La Moncada, el objetivo inmediato era la conquista del poder. A bordo del Granma llegaron del exilio en México, con ayuda del Che Guevara y envuelto en la bandera del fundador del Partido Revolucionario Cubano, José Martí, dio el golpe de gracia desde Sierra Maestra al ejército de Fulgencio Batista. Batista representaba un Régimen corrupto donde la isla era el Casino de EEUU. Tras el triunfo de la Revolución comenzó un programa de reformas que, ahora sí, se declararía socialista: reforma agraria y expropiación de latifundios, campaña contra el analfabetismo, la educación y la salud pasaron a ser universales y gratuitas… Pero como he dicho al principio, también hubo sombras: los fusilamientos tras la Revolución o la suspensión de cualquier proceso electoral.

Los siguientes hitos se desarrollaron en el panorama internacional. El protagonismo en la Crisis de los Misiles con la utilización de la Isla como base por la Unión Soviética, primer aliado en las próximas décadas, solucionada in extremis por el teléfono rojo entre Kennedy y Jruschov. Fueron días que conmovieron al mundo. Un año después detuvo el intento de invasión organizado por Kennedy desde Bahía Cochinos y el Régimen se afianzaría definitivamente, a pesar del bloqueo comercial de EEUU. Sin embargo, su idea era la de exportar la Revolución, por eso envió entre 1975 y 1989 a 300.000 soldados cubanos a la Guerra de Angola.

La crisis del socialismo cubano comenzó con la caída de la URSS en 1993. La Isla perdió de un golpe el 90% de sus suministros. De nuevo el concepto de pragmatismo de Castro le llevó a una tímida apertura económica, permitiendo algo actividad privada de forma muy limitada. El último balón de oxígeno le llegó con el petróleo de la Venezuela de Chávez. Las últimas crisis, como la de los “balseros” o el encierro en 2003 de 75 disidentes agudizaron la crisis política. Cincuenta años que deberán ser analizados con calma. La apertura y el deshielo, comenzaría entre Obama y el sucesor, su hermano Raúl. Muchas dudas e incertidumbres ante el nuevo panorama internacional.