Opinión

Las responsabilidades parlamentarias

Los diputados en el Parlamento, en una imagen de archivo.

Los diputados en el Parlamento, en una imagen de archivo. Efe

  1. Opinión

Por Ángel Alonso Pachón 

Los bochornosos espectáculos barriobajeros que determinadas fuerzas políticas nos ofrecen un día sí y otro también, están colmando la paciencia de millones de personas...
Esas fuerzas políticas, mejor sería llamarles hipócritas coaliciones, son ladronas del respeto institucional al que se comprometieron al solicitar su inscripción en el Registro de Partidos Políticos.

Esos Partidos o coaliciones o agrupaciones de interés personal, que no social, son meras esponjas absorbentes de los beneficios que da adscribirse a un sistema que les permite un comportamiento chulesco y convertir el Parlamento en una plaza de titiriteros, bufones y aprovechaos.

Lo más grave de todo es la pasividad por acción o por omisión del resto de las fuerzas políticas.

Si la Ley de Partidos Políticos exige que, para ser aprobado y registrado un posible partido, los Estatutos del mismo deben contemplar el compromiso de respetar la Constitución y el de cumplir y hacer cumplir las leyes y normativas en vigor... ¿Qué es lo que pasa, cuando de forma reiterada se mofan de sus obligaciones?

Todo este espectáculo de pícaros hambrientos, disfrazados de fariseos escandalizados y figurantes remunerados sustanciosamente se está dando y se seguirá dando porque los responsables de que la Ley de Partidos Políticos no sea papel mojado, están cobardemente callados, siendo consentidores del fraude social y de la corrupción moral que supone el estar en las Instituciones incumpliendo los principales artículos de la citada Ley.

La moralidad de la Cámara comienza por desterrar de la misma a aquellos que no respetan las reglas de juego exigidas para estar dentro.

Señores del Gobierno, señores Diputados, señores Senadores... ustedes, ustedes son los responsables... El tiempo pasará y las lágrimas de muchas personas humedecerán la tierra porque algunos, chupópteros voceros, timadores de los derechos ajenos, les robó lo que era de todos y ustedes lo consintieron.