Voto útil, ese gran pleonasmo

Foto Wikimedia Commons

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María Luz Simón González

Debiera ser un pleonasmo. ¿Qué otra cosa puede ser un voto? Se vota para dar nuestro apoyo a un partido y que ese partido haga cosas útiles, que la Sanidad, la Justicia, la Educación… funcionen de forma eficiente. Por tanto, el único sentido que puede tener un voto es ser útil.

El problema quizá es vivir en una adolescencia virtual y eterna pensando que la política debe ser la fábrica de nuestros sueños psicodélicos y que la utilidad es la prosa que no va con nosotros, seres sublimes que sólo nos dignamos a acercarnos a los ámbitos administrativos para demostrar lo grandes que son nuestros ideales, nuestros egos y por supuesto nuestros genitales. Proclamándolo a los cuatro vientos, en esa discapacidad espiritual de la izquierda radical que elimina como objetivo de su actuación a los individuos con nombre y apellidos, para resaltar el fuego fatuo que en sus pasiones revolucionarias encienden los que son o se creen desterrados del bienestar.

A la derecha democrática (la radical no tiene representación significativa en España aunque muchos se empeñen en proclamar lo contrario) se suele llegar buscando la utilidad de la correcta gestión y por ello el PP se considera garante de la mayor utilidad del voto, sin entender que la mayor ineficiencia viene determinada por la corrupción con lo cual la utilidad es grande para unos, menor de la esperada para otros y nula para muchos.

Y sin embargo, se atreve a criticar a Ciudadanos como el receptor de votos inútiles, cuando si no hubiera estado Ciudadanos templando gaitas a derecha e izquierda desde hace 9 meses no hubiéramos tenido 2 investiduras fallidas sino un desbarajuste social y democrático de los que no quisiéramos acordarnos. Porque si algo tiene Ciudadanos claro es que la política debe asentarse en el sentido común, es decir, en la utilidad. Quien no entienda esto no podrá entender que Rivera después de sus no a Rajoy acabara comiéndose sus palabras y decidiera que para seguir siendo útil ese sapo tenía que pasar por sus tragaderas.

Todo esto, claro, para el empleado tóxico del año, el Sr. Sánchez, como para todos los seres tóxicos que acampan en nuestros valles, mesetas y montañas, es imposible asumir, porque los empleados tóxicos son así, seres que siempre verán problemas en los cambios y en las permanencias, en la construcción y en la destrucción, en todo lo que no sea de su dominio, que suele ser limitado y, a veces, ni aun así, porque la protesta es el ámbito principal en el que se quieren mover.

Por tanto, votantes vascos y gallegos, sepan que su voto debe ser útil o no será, pero no se dejen confundir cuando les digan quién es útil, porque sólo es útil aquel que como diría Antonio Banderas (vean entrevista con Bertín) coloque la bombilla en la habitación a oscuras.

Como ciudadana que quiere que su utilidad sirva para que muchos puedan hacer muchas cosas útiles del mejor modo posible y con ello disfrutar del mayor tiempo posible de inutilidad placenteramente útil, les convoco a ustedes, líderes políticos a dar utilidad a su trabajo y no malgastar la buena voluntad de la mayor parte de los españoles que les votaron para que su voto fuera lo que le corresponde, útil.