¿Dónde está la pintura?

Vista general de Setba Jove-2016/ Marta Teixidó

Vista general de Setba Jove-2016/ Marta Teixidó

Por Marta Teixidó

(Reseña de la exposición Setba Jove-2016, de la Fundació Setba (Barcelona))

Puede extrañar al amigo y desconocido lector la pregunta que figura como título de esta crítica. Sin embargo, si es habitual de esta web, sabrá que siempre hay explicación y que se actúa con toda lógica.

La IX edición de Setba Jove -que a partir de la misma no tan solo coincidirá con la finalización de la temporada, sino que se enmarca dentro de la iniciativa Art Nou/ Primera Visió, que tiene por objetivo convertir Barcelona en el epicentro del arte joven - ha alcanzado un nivel de difusión mucho más amplio que en otras ocasione. En la edición 2016 cuenta con la participación de artistas provenientes de Murcia, Albacete, Madrid, e incluso Chile o la ciudad colombiana de Medellín. Algo que sorprendió gratamente a la dirección artística de la Fundació, ya que el canal habitual para la difusión de las bases eran las escuelas de Bellas Artes catalanas, pero en esta ocasión la misma ha trascendido al ámbito español.

Una muestra, no exenta en absoluto de calidad, pero que es el perfecto reflejo de una sociedad, que en su ámbito artístico empieza a declinar de forma alarmante el esfuerzo, la constancia, los conocimientos y el aprendizaje continuo que supone la pintura, la escultura o incluso la creación de planchas para grabado, siendo mucho más cómodo dedicarse a la manipulación de la imagen a través el ordenador y el photoshop.

Cristina Sampere, directora de arte de la Fundació, se las vio y se las deseó para escoger obra, echando de menos creación plástica de calidad, y observando como de forma abrumadora, la fotografía inunda la muestra.

En absoluto se está en contra de la imagen, ya que la misma ha trascendido del ámbito foto periodístico o ilustrativo a la creación propia, con trabajos verdaderamente espectaculares –recuérdese la magnífica muestra con la que Fundación Mapfre inauguró su sede en Barcelona dedicada a Hiroshi Sugimoto– pero esta crítico de provincias observa con estupor como el confortabilidad del ordenador supera la creación mental y la habilidad manual.

En la presente edición de Setba Jove, la fecha de creación de las piezas es entre 2014 y 2016, y han sido doce los artistas escogidos entre fotografía, pintura, escultura y video, y tal como se ha comentado, la imagen digital gana la partida con seis creadores que demuestran inteligencia, conocimiento del medio, sensibilidad imaginación y un alto sentido estético, como es el caso de barcelonesa Maria Coma y su S/T. Un trabajo cargado de gran plasticidad y belleza. Sin embargo, las medidas eran demasiado pequeñas. Un formato mucho mayor hubiera redondeado la imagen.

Curioso también el trabajo de Jonás Delgado que procedente de Los Dolores (Murcia), presenta dos obras pixeladas con la particularidad que son dos oleos sobre lienzo, lo que da lugar a la confusión del espectador, que al comprobar que se trata de pintura no deja de admirar la precisión de la misma, aunque para ello evidentemente el uso de plantilla o dibujo previo se hace imprescindible.

La parte escultórica correspondió a Juan David Henao Grisales de Medellín (Colombia). Piezas de cerámica mezcla de tradición popular e innovación artística que no deja de sorprender por su planteamiento al margen de la tradición de la escultura, incluso la abstracta.

Alesandra Miranda de Chile y su Cuatro estratos, una imagen digital cargada de misterio y tremendamente atractiva, principalmente por el color verde veridian intenso e y con gran poder de hipnosis. Jesús Parras Chica y su Réfugié III, se podría decir que es la pieza más “clásica” de la muestra, no sólo por presentar su trabajo en un acrílico sobre lienzo, sino por utilizar un elemento como floreado mantón de manila, que en realidad cubre el dramático rostro de una refugiada. Una figura humana, casi como un retrato femenino decimonónico, adaptado a la dura realidad del 2016.

Finalmente Katarzyna Pacholik, de Lotz (Polonia) ofrece una pieza digital muy elaborada, como si de lanas de un telar se tratase. La figura humana de fondo y la gama cromática utilizada agrandan su complejidad, ofreciendo una pieza atractiva, cuyo título permite al espectador buscar un significado muy particular: Transiciones IV.

Una exposición, como todas las de Setba Jove, que demuestra que hay imaginación y creatividad, aunque ésta tienda a la utilización de elementos informáticos, que si bien no van en detrimento de la innovación y el presentar piezas visualmente muy atractivas, la comodidad del ordenador ahorra costes y esfuerzos para una generación en la que la tecla 'Intro', está demasiado arraigada y es terriblemente práctica.