Corrupción de la 'corrupción'

Por Sigfrido Samet

La lucha contra la corrupción, parte decisiva de la regeneración política, es, probablemente, el punto más importante del programa de Ciudadanos. Por eso, se necesita definirla cuidadosamente; por una parte todos tenemos una idea de qué es la corrupción, y por otra, es imposible una definición exhaustiva, que nos llevaría a regresiones infinitas, puesto que las palabras se explican con palabras.

Al parecer, han llegado a la conclusión de que corrupción es la exacción de dinero para financiar al Partido o para enriquecimiento personal. Habría que definir enriquecimiento, porque alguien podría decir que cien o mil euros mensuales, no son una fortuna. ¿Desde qué monto se considera enriquecimiento? ¿Cien mil euros, un millón, cien millones?

Generalmente la corrupción se inicia para financiar al Partido, y luego, como se obtienen grandes cantidades con facilidad (exigiendo comisiones a los adjudicatarios de obras públicas), se pasa a repartir sobresueldos, y algunos –por ejemplo tesoreros- pueden asignarse a sí mismos sobresueldos particularmente abultados. Apoderarse de dinero no declarado, para cualquier fin que sea, no es corrupción política. Es simplemente robar. A Hacienda, porque no se lo declara. Y a todos los ciudadanos porque se les hace pagar más caras las obras que se realicen.

Si un político despilfarra dinero sin enriquecerse ni para financiar al Partido, no sería, con la nueva definición, una actuación corrupta. Sin embargo, este podría ser el único caso de corrupción política. Es frecuente el caso de políticos que reparten subvenciones, “fútbol para todos”, empleos públicos y otros beneficios sociales, para comprar votos. El dinero puede provenir de comisiones, de aumentos de impuestos, o de endeudamiento, pero el delito es el mismo.

C’s debería revisar cuidadosamente su definición de corrupción, porque aflojar las exigencias en este asunto, puede tener consecuencias muy graves, para C’s, y sobre todo, para los ciudadanos.