Balance Olímpico

Jugadores de España, Felipe Reyes y Sergio Rodríguez, celebran su victoria ante Australia que  significó el bronce en baloncesto masculino/ Elvira Urquijo/ EFE

Jugadores de España, Felipe Reyes y Sergio Rodríguez, celebran su victoria ante Australia que significó el bronce en baloncesto masculino/ Elvira Urquijo/ EFE

Por Félix Jacinto Alonso Holguín, @AlonsoHolguinFJ

Los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro (Brasil) nos han dado buenísimas noticias a nuestra especie humana. Hemos vuelto a ser testigos de las tres máximas que rigen el deporte de la Edad Moderna: citius, altius, fortius.

Nuestros compatriotas españoles han participado en 32 competiciones deportivas, con 313 atletas y 151 pruebas. La inauguración tuvo dos rostros portando sendas banderas de España: Rafael Nadal, tenista, y Mireia Belmonte, nadadora. El primero, nuestro Rafa, llevó la cabeza a todos los componentes en la entrada al Estadio Olímpico; la segunda, nuestra Mireia, inició un desfile dentro de la Villa Olímpica, dado que sus compañeras y ella competían al día siguiente, debiendo descansar del acto inaugural. ¡Qué sorpresa nos dieron ambos! Sonrientes, elegantes, orgullosos de nuestro amado país llamado España.

Los resultados han sido dispares en el conjunto de las competiciones. Podríamos comparar con Estados Unidos, China y resto de países participantes, si bien la dotación económica que ampara a "sus" campeones se diferencia en varios dígitos a los "nuestros", salvo en...

Es deporte, sí, deporte. Explicar a un niño que “lo importante es participar” suena a justificación ante una derrota; quizá poner paños calientes sobre una herida del alma. La psicología ha de preparar a los cachorros para que sepan perder, además de ganar, que es realmente fácil. Sin embargo, lo importante del deporte es demostrar que tenemos...

Este año, como cada cuatro, dos o el tiempo que haga falta, cuando un español juega en competición internacional empujamos todos con el alma; sufrimos cuando corre, rema, salta, golpea una pelota, un volante, lanza un balón... porque aquí, en España, utilizamos para casi todo...

Ellos, nuestros representantes, cuando finalizan con éxito buscan -como el resto de deportistas- lucir sus colores en todo el estadio, cancha o recinto donde se celebran las competiciones. Cuando están en el podio o al lado y suena el himno del vencedor respetan con verdadero cariño el momento. ¿Cuántos no hemos soltado una lágrima viendo a Saúl, Rafa, Mireia, Carolina, Eva, Pau, Sergio, Nicola...? ¡Qué bonitos sois! Se ve que tenéis...

El trabajo de cuatro años, las jornadas de entrenamiento, esos momentos dedicados a preparar una competición para rendir al 1000% se demuestra en las caras de sufrimiento de todos. Hay veces que se consigue medalla, otras diploma y otras participar. Una corredora tropieza, otra pierde pie con la joven caída y se lesiona de gravedad; una ayuda a incorporarse e intentar continuar. La lesión es gravísisma y ellas, las dos, se desentienden de la competición. Ambos, los tres al menos, lloramos de desesperación, dolor y sentimiento... sí, sí, yo también solté unas lágrimas al ver tan bello gesto que, si el Comité Olímpico Internacional (COI) tuviera sentimientos, además de un buche "cojonudo", recompensaría convenientemente. ¿Vieron algo más bonito? Me refiero a ustedes, apreciados lectores, los miembros del COI seguro que estaban liados con algo... "importante". Ellos tienen pocos...

Es hora de recoger el material y regresar a España. Empieza a contar el tiempo de cuatro años para volver a correr, saltar, jugar, competir, remar,... en las siguientes olimpiadas. Nuestros jóvenes vuelven cargados de ilusión y experiencia. Nosotros estamos agradecidos a todos por su labor y por haber demostrado...

Al margen de estos muchachos, muy alejados de todos ellos, se encuentran una serie de gentuza asquerosa residiendo en nuestro amado país llamado España. Esa pequeña porción de la sociedad está enfadada con todo el mundo que enarbole, agite, coree o defienda cualquier símbolo de España. Ya puede ser en el terreno del deporte, ya en cualquiera de las artes o simplemente por vestir una prenda con la bandera de nuestro país, son capaces de soltar toda su verborrea de insultos y desprecios. Sí, ya sabes a quienes me refiero, a ésos que son tan valientes en criticar a España viviendo en nuestra democracia. Llegan a defender otros sistemas y países residiendo aquí. ¿Se han preguntado qué ocurriría en dichos lugares si criticase alguien con tanta vehemencia sus símbolos nacionales? ¡Ah no, que aquí se puede criticar! ¿Y allí? Gracias a Internet puedes buscar sus Obras Completas -Literatura, Conocimientos, Premios, aportaciones a la Humanidad...- y en 0,0 te responderá el buscador:

-Ese tío es un mochil -adjetivo calificativo despectivo muy usado en Cigales, provincia de Valladolid.

Según mi punto de vista creo que están a falta de...

P.D. Sírvanse disculparme por los puntos suspensivos de este texto. Pueden poner aquella palabra que, según crean, puede cuadrar con cada frase. A mi ver, en todas ellas, pondría: "güevos", símbolo inanimado e intangible que dota a la persona de un valor por encima de sus posibilidades reales. Si digo "cojones", igual suena algo duro, pero también sería válido. Lo dicho, mis disculpas a los lectores sensibles.