Necesitamos grandes estadistas

Por Jorge Juan Pascau Noguero, @jjpn66

El actual presidente del gobierno en funciones ha hecho mayoritariamente un gran trabajo en unos años realmente difíciles, pero gran responsabilidad tiene por todos los casos de corrupción de su partido, de la actual situación política. El actual jefe de la oposición en funciones ha llevado al PSOE a sus peores resultados electorales. ¿No sería hora de dar el relevo, en ambos casos, a alguien de sus partidos para avanzar en la actual situación política?

Creo, con la modestia que en estos temas debo tener, que la clase política en general se ha olvidado de su principal cometido: el bienestar, desarrollo y futuro de nuestro país: España. Pienso que 46 millones de españoles se merecen mucho más de lo que están recibiendo, máxime en estos últimos meses. Somos, de verdad, un gran país. Y los intereses nacionales deben estar muy por encima de los partidistas, de nuestras comunidades y de muchos otros. Tener que “celebrar” unas terceras elecciones, por ejemplo, me parecería impresentable (sin contar con los costes y los gastos ya incurridos).

En el último mes he recorrido en coche por trabajo y ocio más de 5.000 km desde Aragón a Andalucía visitando en total 11 comunidades autónomas y he comprobado, hablando con muchas personas y viendo lo que contaré más adelante, lo dicho anteriormente. Hemos perdido el norte en cuanto a objetivos y orden e importancia de los mismos. Pongo ejemplos muy básicos para ello: si somos todos españoles, nuestra bandera debe ondear alta y visible en todos los metros cuadrados de nuestro territorio, basta ya de tonterías en este sentido. Que además nuestras comunidades autónomas tienen que estar reflejadas que lo estén, y me parece muy bien, pero si una tiene que destacar es la de todos los españoles. He pasado por comunidades autónomas viendo señales de tráfico, indicaciones y rótulos de todo tipo, que no he entendido… Digo lo mismo. El español debe usarse inequívocamente en primer lugar para que todos nos comprendamos. Si caben más indicaciones en nuestro resto de lenguas pónganse, pues así también las aprenderemos, pero deben ser secundarias.

Tenemos presidentes de comunidades y yo creo que la palabra presidente se debería reservar solo para uno, el del Gobierno, el resto deberían ser jefes o como queramos llamarlos. ¿Por qué razón estas sutilezas? Porque son muy importantes.

Porque cada uno debe saber donde está y cuál es su responsabilidad y no confundir al resto con sus palabras. Tenemos que tener claro quién es cada uno y las “palabras, los detalles y los gestos ” ayudan notabilísimamente a ello.

No entiendo, tampoco, que si alguien está por ley apartado de cargos públicos, pueda por ejemplo presentarse a lehendakari, independientemente claro del sentido común por lo hecho y probado. Igual que no entiendo que si una jueza de Huesca diga, tras mucha investigación y sentencia, que hay que devolver unos bienes a una comunidad autónoma y esto no se haga o por el contrario, no se envíe a los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado para obligar a cumplirlo, ¿o es que no las tenemos para ello?

Nuestros estadistas deben ser visionarios y además, dar ejemplo. Deben acatar las leyes, para que los demás “no dudemos” en que hay que cumplirlas. Deben ser justos y pacientes, pero enérgicos y valientes en sus decisiones, pues para ello les damos nuestro voto y nuestra confianza. No puede ser que los malos, tengan más ventajas que los buenos. Mal camino.

Estoy totalmente de acuerdo en ayudar a los demás, en proteger a los inmigrantes, en seguir creciendo en una sociedad más justa y equitativa pero en lo que no estoy de acuerdo es en el orden de todo ello. Si hay españoles que pasan hambre, y parece ser que los hay, deben ser los primeros a los que atendamos, no suceda como parece ser que ya ocurre, vengan de otros países a Europa, pues aquí se puede vivir de las ayudas públicas. Para vivir, hay que trabajar, y mucho.

Hace poco visité en Ronda un antiguo palacio árabe en el que más de 200 cristianos a la vez, estuvieron encarcelados en una torre/escalera para subir agua desde el río hasta la casa de su señor durante más de cien años, hagan cuentas… Hoy los presos de nuestras cárceles viven mucho mejor, hasta tal punto que algunos reinciden cuando salen, para volver a ellas. Hemos avanzado y debemos seguir haciéndolo pero lo que está muy claro que debe ser con orden, priorizando lo más importante, siendo muy serios y rigurosos, ganando lo que haya que ganar (el sueldo de presidente del gobierno o de los ministros me parecen bajísimos para la dedicación, responsabilidad y esfuerzo que implican) pero no aceptando bajo ningún pretexto la corrupción, las amenazas o las provocaciones.

Tenemos multitud de recursos para ello. Nos los brindan nuestra constitución y nuestras leyes. Aprovechémoslas y seamos, de verdad, responsables de la parte de nuestra historia que nos ha tocado vivir.