Carta abierta a Aleix Espargaró

El motocilcista Aleix Espargaró/Twitter

El motocilcista Aleix Espargaró/Twitter

Por Eva María Sánchez García

Querido Aleix Espargaró;

Yo también fui deportista y de élite. Pero tú no me conoces porque además de ser más mayor que tú, mi deporte es de los que se dicen minoritarios. Pero mi deporte ha aportado a España la deportista más laureada de la historia del deporte español y la selección española más laureada del deporte español, yo misma tengo uno de los curriculum deportivos con más títulos del deporte español.

Mi deporte es el patinaje sobre ruedas. Y por haber sido deportista de un deporte minoritario y no de masas, que además no me permitía vivir de él, veo todo con otra perspectiva. Pero además, ser deportista no está regañado con ser respetuoso, sea cual sea tu deporte y el que practiques, tampoco esta regañado con la ley.

Mira compatriota español hoy en día la tauromaquia es ley, la ley 18/2013 y que se hace efectiva en septiembre de 2015, además todo lo que rodea la tauromaquia también, su liturgia, los trastos de los toreros y subalternos, trajes etc.

Mira Aleix, deportista español de un deporte mayoritario y que mueve masas, la tauromaquia según la ley antes citada debería de existir en Cataluña y además es patrimonio inmaterial de la humanidad. No sé si tú sabes la magnitud de esas palabras y las cantidades de siglos de reconocimiento de arte y cultura que ha habido para conseguir eso.

Mire usted señor Espargaró, deportista profesional de motociclismo, que por ganar unos cuantos retuits en la red social Twitter provocó una guerra entre taurinos y antitaurinos totalmente prescindible. Este país en su conjunto, Cataluña incluida, lo último que necesita es que alguien con muchos seguidores y que además vive de lo que le gusta (privilegio hoy en día) critique y no tenga respeto por un igual, alguien que también vive de lo que le gusta.

No voy a comentar la cantidad de millones de euros que la tauromaquia aporta al PIB de nuestro país, ni me voy a meter con la piel de tus botas, guantes y mono de competición, mis botas cuando yo competía eran de piel de canguro.

Solo escribo esto y a través de este medio porque nunca me aceptarías en Twitter ni en Facebook ni te pararías en la calle a hablar conmigo aunque yo tenga más títulos de España que tú, más títulos europeos que tú, más medallas y podiums mundiales que tú. Nunca lo harías porque tú eres Aleix Espargaró y sales en tele, yo soy Eva María Sánchez y aunque lo merezco, no salgo en tele.

Querido Aleix, aunque no te guste, eres español.

Querido Aleix, aunque no te guste la tauromaquia, en este país es ley.

Querido Aleix, aunque no te guste hay que respetar las leyes, las tradiciones y las profesiones de los demás.

Nunca digas en redes lo que no dirías desde el balcón de un ayuntamiento a una plaza con más de 300.000 personas, los mismos que tus seguidores en Twitter, entre los que hay españoles y taurinos.

Un fuerte abrazo y espero que me firmes un autógrafo cuando te vea y te lo pida.