Por Salvador Severo Pérez Alayón
No es cuestión de pareceres ni de opiniones. Así como la paz se apoya en el perdón, pues sin perdón no hay paz, la democracia se apoya en la verdad y participación de todos. Porque se puede participar desde la mentira y la demagogia.
Así la defiende, en mi humilde opinión, el PSOE, que se apoya en una mentira para disfrazarla de verdad. Porque no es verdad que el PP no haya querido pactar. Desde el primer segundo la voluntad del PP ha sido extender su mano para alcanzar un pacto. Un pacto con aquellos que están en la línea y el respeto constitucional. Otra cosa es que esa invitación no se haya escuchado ni se quiera escuchar. E incluso se distorsione y se filtre desdibujada y disfrazada de verdad. La corrupción es un mal y una lacra generalizada contra la que hay que luchar. Nunca utilizarla para, también siendo yo corrupto, mi beneficio particular. España necesita limpieza y entre todos, incluso los corruptos, que son todos, nos necesitamos para limpiarla.
La corrupción implica a todos y no se trata de marginar a nadie, sino de excluirla y poner leyes que la eviten, pero nunca que impida acercarnos y pactar con aquellos partidos que vivan y defienden la Constitución de España.
Sólo cuando realmente se busque la verdad y se defienda el bien común de todos los españoles, estaremos hablando con verdadera responsabilidad de llegar a acuerdos y formar gobierno, según nos exigen los votos emitidos por los ciudadanos.