Prometer gasto no es hacer política

Por Miguel Lázaro, @miguel_lazaro_

“Puedo prometer y prometo…” ha dicho ya algún político que pretendía imitar a Suárez en las formas. Y parece que lo que sigue, es algo así como “Voy a gastar todo lo que me dejen, hasta que me paren los pies, para cumplir mis promesas electorales… y después, ya veremos lo que pasa”.

Espero que los votantes esta vez tengan bien presente, que una segunda era Zapatero, a la que podríamos bautizar como Zapatero 2.0 acomodada al populismo de Podemos, podría convertirnos en una república bananera, en la que referéndums revocatorios, guerras civiles y enemigos exteriores, véanse por ejemplo la CIA o los marcianos, se convirtiera en nuestro día a día.

Da la sensación que el sentido común, aportado por Albert Rivera de C’s, no es capital suficiente para convencer a parte de un electorado, que parece desear una utopía inexistente. Los ciudadanos no se equivocan votando; simple y llanamente porque votan lo que quieren. La cuestión es, en quién confían ese voto y si realmente el programa del partido a quien se lo confían, es realizable, o es un cuento de hadas.

Estas hadas o brujas, magos, hechiceros cuyo conjuro parece terminar en la coletilla; ¡será por dinero! No parecen entender que hay algo que se llama deuda, que puede hacer que quiebre el Estado. Me temo que tanto IU, como PSOE, como Podemos, creen que la crisis termina simplemente dándole al botón de la imprenta de billetes de 50€, y que esto, además, no generaría consecuencias macroeconómicas: “Pues si hace falta más dinero ¿por qué no se imprime más?”. Es un razonamiento lógico… para un niño de 6 años que no sepa de economía, y que no le hayan explicado lo que quiere decir inflación.

Prometer que vas a gastar y que vas a pedir que te presten… y después ya veremos si te lo devuelvo, es la promesa electoral más fácil y más segura de todas. Tanto o más segura que la quiebra económica posterior. Dan ganas de preguntar en voz alta, ¿pero es que no se dan cuenta? Y eso, que además Pedro Sánchez Castejón es doctor en economía ¡ojo! doctor, que no un simple licenciado, con todos mis respetos para los licenciados, que lo suyo les habrá costado.

Mientras Pablo Iglesias 2.0 está tomando las medidas del sillón, para llamar al soldador y fijarse en las instituciones “a lo Castro”, Mariano Rajoy que es más de Súper Glue, sigue encerrado en sí mismo, obcecado con que él es el primero de la lista, y así debe ser por los siglos de los siglos, amén.

Un poquito de matemáticas por favor, solamente un poquito de matemáticas aplicadas a la gestión, y no solo dedicadas a calcular escaños, que esa parte parecen tenerla todos muy clara. ¿Será suficiente el sentido común para el 26J? Prometer gasto, por sí solo y decir a todo que sí… ¿acaso no hemos escarmentado ya con ese tipo de promesas? ¿Nos van a regalar una vajilla también? ¿Vamos a ser todos funcionarios de carrera? ¿Alguien le dará al botón de imprimir billetes y ya está? Más que corregir el voto, lo que quizás debiéramos hacer todos, es madurar.