De Jafre a Verges

El dramaturgo Albert Boadella.

El dramaturgo Albert Boadella.

Por Javier Martín Fandos

En Jafre, pequeño pueblo del Ampurdán de aplastante mayoría electoral independentista, tiene casa Albert Boadella. En Verges nació Lluis Llach. De Jafre a Verges hay unos tres kilómetros, apenas cinco minutos en coche, la misma distancia que de Verges a Jafre.

En menos de una hora, se puede viajar desde Palafrugell, donde nació Josep Pla, hasta Jafre, donde Boadella tiene una casa a la que debe ir casi de incógnito por su condición de catalán no nacionalista confeso. Para ir de Palafrugell a Jafre hay que pasar por Púbol, en cuyo castillo vivió Salvador Dalí sus últimos años; y por Verges, pueblo natal del diputado independentista Lluis Llach, cantautor de gran éxito en el siglo pasado, incluso entre no catalanoparlantes, cantando en catalán magníficos temas reivindicativos de una llibertat entonces quimérica.

En sólo 50 minutos y sin salir del Ampurdán, podemos recorrer la distancia que media entre el pueblo natal de Pla y Jafre, la pequeña localidad en la que hace unos meses algún cafre cortó tres cipreses del seto de la casa de Boadella. En su lugar, el dramaturgo ha colocado sendos carteles. En uno se puede leer en catalán: “Aquí crecían tres cipreses, unos cobardes los talaron una noche, queriendo imponer el pensamiento único en Cataluña”. En el otro, en clara alusión al Fossar de les Moreres, lugar emblemático del nacionalismo catalán en Barcelona, junto a Santa María del Mar, se lee: “El Fossar dels Xiprers. Propietat privada”.

Como siempre, Boadella ha reaccionado. Con humor y también con malhumor. Albert Boadella, director durante décadas del grupo de teatro Els Joglars, es catalán. Hace años decidió auotexiliarse de Cataluña. A manera de despedida, escribió un libro titulado “Adiós Cataluña. Crónica de amor y de guerra”. Muchos catalanes le odian como sólo se odia a los que consideramos traidores. Lluis Llach también es catalán. El ex-cantautor es ahora diputado en el Parlament por la coalición independentista Junts pel si.

Josep Pla fue un catalán libre y de derechas, que escribió en castellano y en catalán cuando y lo que le dio la gana. Pla fue antirrepublicano y antifascista. Como Boadella, fue perseguido por unos y por sus contrarios. Sus caminos son similares. El de Pla va desde el antirrepublicanismo que le hace exiliarse y colaborar con los sublevados durante la guerra civil, hasta el antifascismo que le convierte en blanco de la censura franquista. El camino de Boadella parece el inverso pero en realidad es el mismo: de escapar de una cárcel postfranquista en el incipiente 1977, condenado por una obra de teatro políticamente incorrecta y presuntamente injuriosa contra el ejército (La torna), a tener que dejar una Cataluña dominada por el pensamiento único del fascismo nacionalista.

Salvador Dalí fue un genio. Pla, Llach y Boadella han producido obras geniales, pero Dalí era superlativo. Controvertido, pero sobre todo excesivo y libérrimo. Daaalí, la antítesis de la mediocridad, el polo opuesto de lo vulgar.

En 2001, Boadella sube a los escenarios una Trilogía catalana muy particular, compuesta por cuatro de sus grandes obras, Operación Ubú (1981) y Ubú President (1995), una premonición en dos tiempos de la falta de sentido del humor y otras perversiones del President Pujol; La increíble historia del Dr. Floit & Mr. Pla (1995), un ajuste de cuentas con el pasado y el futuro, desde la contradictoria admiración hacia el contradictorio Josep Pla; y Daaalí (1999), una recuperación del Dalí transgresor y niño siempre, que nunca supo ni le importó saber si era catalán o español.

Si Boadella tuviera ganas y tiempo, y sospecho que no tiene ni lo uno ni lo otro, podría tal vez escribir una última obra catalana titulada De Jafre a Verges. El apoteósico final podría ser el siguiente: el propio Albert Boadella, interpretándose a sí mismo, y Ramón Fontseré, interpretando a un Llach con aspecto de viejoven de las CUP, pactan un encuentro en un lugar equidistante entre Jafre y Verges. En una serena tarde ampurdanesa, Llach, como gesto de desagravio, le regala al de Jafre tres cipreses, uno con el nombre de Pla, otro con el de Dalí y un tercero con el de Boadella. Tras un agradable intercambio de impresiones, Llach sale de escena y entra el Sr. Puigdemont. Con gesto grave, el ex-director de Els Joglars hace entrega al President de la Generalitat de una bolsa negra de plástico. En su interior, grandes fajos de falsos billetes de 500 € con la efigie de su antecesor, el Molt Honorable Jordi Pujol. Ante la estupefacción del político y del público, Boadella pronuncia solamente dos palabras: La torna.

Nota: Torna es una palabra catalana cuya definición es la siguiente: Porción que el vendedor añade a una mercancía para que acabe de tener el peso solicitado por el comprador.