Papeles de Panamá sí, pero más claros

Por Ángel Zurita

Nada más saltar el asunto de los Papeles de Panamá tuve ocasión de ver en EL ESPAÑOL un vídeo del economista Daniel Lacalle. En cuatro minutos ni Lacalle puede esbozar una lección magistral, pero para empezar a entender un poco de aquello de lo que todos hablamos con rotundidad de catedráticos, sirve por lo que invito a verlo:

Escrito en pocas palabras, las sociedades offshore se constituyen en países de régimen fiscal ventajoso para los contribuyentes con una variedad de fines ilimitada, unos legales y respetables y otros ilegales y deleznables. En el aspecto legal las offshore sirven al comercio y a las inversiones internacionales y son instrumentos eficaces para evitar la doble imposición. Por el contrario en el ilegal se emplean para la ocultación de capitales y para la defraudación fiscal.

Ocupa el economista un par de minutos en disertar sobre el monto global de los capitales invertidos en paraísos fiscales, su porcentaje en términos de ingresos fiscales no obtenidos y en el déficit en los países de la OCDE, también en la referencia del Banco Mundial y de las Universidades de Harvard y Basilea de que la inversión en países de fiscalidad especial representan un beneficio neto para los de la OCDE y en que en los últimos siete años la colaboración entre unos y otros países ha significado un punto de inflexión en los aspectos negativos y en la recuperación de capitales ilegales.

Pero quiero ir a lo práctico. Para mí lo es que si una persona es titular legítimo en España de un determinado capital, lo que implica haber tributado lo que la ley establece por obtenerlo, esa misma ley dice que esa persona puede hacer con él lo que tenga por conveniente, incluido sacarlo de España y también incluido llevarlo a uno de los llamados paraísos fiscales, con la única condición de declararlos a la autoridad fiscal a partir de una mínima cantidad.

Pues en el asunto de los Papeles de Panamá, sin entrar a valorar el modo de obtención de la información, se me antoja que el “consorcio internacional de periodistas justicieros” (por la parte de España El Confidencial y La Sexta) ha cometido una gran injusticia. En mi opinión, lo chachi, lo mollar habría sido saber y poder separar el grano de la paja. Ya comprendo que con la cantidad ingente de información tal sería un empeño imposible, pero quizá otra alternativa hubiera sido hacer una selección de los personajes más atractivos para esta sociedad de la comunicación tan globalizada en la que vivimos o que vive de nosotros. Por ejemplo, que aparecen James Cameron, el Ministro José Manuel Soria, Bertín Osborne, jerarcas venezolanos, Mario Conde, un Pujol, Putin, pues adelante con un despliegue de investigación y de colaboración con las autoridades fiscales y políticas concernidas. Y, con la información procesada y depurada, adelante con el notición. ¿Podemos imaginar un titular que afirme con rotundidad que Cameron o el Ministro de Industria constituyeron sociedades offshore de forma ilegal y que aparte de la elusión fiscal, además de una de ellas se puede demostrar que ha servido para financiar el terrorismo yihadista? Pero eso es más difícil.