La falta de Gobierno no perjudica a la economía

Por Sigfrido Samet

Con estas palabras de Bárbara Koln, titula Javier Tahiri su reportaje a la presidenta del Instituto Hayek (en ABC, 26/3/2016).

Bárbara Koln dice, con toda razón que “En toda Europa hay que bajar impuestos y eliminar regulación”. Cuando el entrevistador le pregunta: “¿Cuál debe ser el tamaño del Estado?”, su respuesta es: “El mínimo posible”. No podría ser más sensata.

Pero antes le había preguntado: “¿Cree que la incertidumbre política que hay en España puede perjudicar a la economía?” A lo que ella respondió: “No, ¡parece todo lo contrario! Bélgica estuvo dos años sin gobierno y todo continuó en marcha. Encima no hubo cambios regulatorios que perjudicasen a la economía”.

Eso es cierto: sin gobierno se evitan interferencias perjudiciales y, y por inercia, “todo” puede continuar en marcha cierto tiempo.

Leemos en la BBC (13-6-2011), en el artículo “Bélgica y las ventajas de vivir sin gobierno”: “(…) la presión de los mercados parece aumentar en este país debido a sus altos niveles de endeudamiento”.

“La agencia calificadora de riesgo Standard and Poor’s había advertido en diciembre que podría rebajar la calificación de la deuda soberana belga si en seis meses seguía sin formar gobierno”. Y, efectivamente, cuando estaban por cumplirse los seis meses, Bélgica formó gobierno (no sé si se habrán acostumbrado tanto a vivir sin gobierno como para que esto influyera en los fallos de inteligencia que hicieron posibles los recientes atentados).

Creo que el Poder Ejecutivo debe limitarse a hacer funcionar la sanidad, la instrucción pública, la vialidad, las relaciones exteriores y la seguridad de los ciudadanos (y no dedicarse a la industria ni al comercio, ni interferir en éstas actividades más de lo estrictamente necesario). Pero, en mi opinión, estas funciones son tan importantes como para afirmar que la existencia del Gobierno es imprescindible.