Sí nos representan

Por María Solano Conde

El espectáculo –en su sentido más peyorativo– que padecimos el viernes durante el intento de investidura de Pdro Snchz supone un estadio más en la política de ocurrencias y dislates tan frecuente en los últimos tiempos. El Congreso de los Diputados como un gran plató de televisión.

Por si no teníamos bastante con el crío de Bescansa y los besuqueos de Pablo Iglesias, este último ha vuelto a superarse con un discurso más pueril y frívolo de lo habitual a lo que nos tiene acostumbrados. Aunque en esta ocasión la formación morada no ha sido la única que ha montado el numerito. Joan Tardà y Gabriel Rufián de ERC y Rafael Hernando del PP han dado la talla en lo que a cinismo se refiere. Parece que es más fácil ponerse de acuerdo para incordiar que hacerlo para formar Gobierno. Todo ello, además, adornado con la pusilanimidad de Patxi López, que por momentos daba la impresión de que ni él mismo sabía qué estaba haciendo allí.

Somos muchos los que lamentamos la vergüenza que producen estas escenas, y hay quienes incluso se empeñan en defender que no nos merecemos políticos así. Pero lo cierto es que si han llegado ahí es porque alguien les ha votado. Y a su vez, se comportan como lo hacen porque son conscientes de que, lejos de pasarle factura, la política de pan y circo –sobre todo, circo– les beneficia a nivel electoral. A las pruebas me remito. Son el fiel reflejo de la sociedad española; nos representan de maravilla. Claro que nos los merecemos.