Por José María Arévalo Miguel
(Desde el otro lado del Duero)
Puede parecer algo surrealista. Pdr Snchz y Albert Rivera han representado con todo el boato de las grandes ocasiones la firma de un "Acuerdo para un Gobierno Reformista y de Progreso" como representantes del Partido Socialista y de Ciudadanos, para proclamar Presidente del Gobierno a Pdr Schz y como miembro de ese Gobierno a Albert Rivera, cuyos partidos quedaron segundo y cuarto en las últimas elecciones, pero además, que ni entre los dos, tampoco lograrían sumar ninguna mayoría.
Conociendo que su antagonismo con cualquiera de los otros dos partidos que necesitarían para lograr una mayoría absoluta, los podemitas o los populares, haría imposible que les entregasen su voto a favor o su abstención, se han lanzado a firmar un pacto, según ellos mismos, "sin fecha de caducidad" -lo que significaría que ante nuevas elecciones, o van juntos, o votar a C´s será votar PS y viceversa-, cuyos primeros e irrenunciables cinco puntos de acuerdo son prioritarios en la reforma exprés de la Constitución que prometen.
En el primer punto firmado de los cinco, se comprometen a la supresión de los aforamientos; eso dicen todos los partidos. En el segundo punto firman limitar a dos mandatos, máximo ocho años, la presidencia del Gobierno; esto lo copian de Aznar, que ya lo hizo motu proprio. El tercer punto es rebajar la recogida de firmas necesarias para tramitar iniciativas legislativas populares; algo de obra menor. El cuarto punto es despolitizar la justicia; teniendo en cuenta que lo firma el partido que "asesinó" la despolitización de la justicia según manda la Constitución, cambiando la ley y anunciando que "Montesquieu ha muerto", como no hayan encontrado el elixir de la resurrección, deberían recelar de este punto por artificio cosmético. Y por último, el quinto, la supresión de las diputaciones, donde sentencian la desigualdad a la que pretenden continuar forzando a los españoles, eliminando las Diputaciones para sustituirlas por un "Consejo de alcaldes", pero sin eliminar las Diputaciones vascas ni tampoco tocar los siete cabildos de Canarias ni los tres consejos en Baleares.
Del documento de 66 páginas firmado a la par entre socialistas, a parte de los cinco puntos promocionados, lo demás son subidas de impuestos, aumento de las cotizaciones de los autónomos, los típicos y progres genéricos de siempre sobre el estado del bienestar, y por supuesto, el vaciado de la reforma laboral y la eliminación de la ley de educación -LOMCE-. Y todo esto pretendiendo el apoyo del Partido Popular; pero con un gran silencio en los cinco puntos del acuerdo sobre la lucha por la derrota del secesionismo catalán y vasco, donde el PS, por boca de Chacón, ya ha dicho que en el acuerdo con C´s "también hay un referéndum para Cataluña después de una reforma de la Constitución". Y C´s con un sonoro mutis.
Entonces, la pregunta del millón es: ¿A qué intenciones se presta esta parafernalia de la firma de un documento que puede no servir para nada? A más corto plazo, o único, a ayudar a salvar la silla en el PS a Pdr Snchz, y para realizar una consulta a los militantes del PS que se puede utilizar para justificar un pacto con cualquier partido de la galaxia.
La escenificación y el documento firmado por un partido de izquierdas y otro de centro izquierda -no como dijo Pdr Snchz: entre el centro izquierda y el centro derecha- son una falsa esperanza hacia algo imposible de alcanzar.
Tras la firma del documento, la imagen del PS no sale perdiendo e incluso Snchz sale reforzado de cara al sanedrín socialista que pretende eyectarlo del sillón socialista lo antes posible. La imagen de C´s sale mal parada, porque muchos de sus votos prestados no entenderán su entrega a un PS sectario y destructor, y su líder, Albert Rivera, tras no permitir entrar en ningún Gobierno de Ayuntamientos o CCAA a sus militantes de partido para mantener una imagen "virginal" de posible corrupción a esperas de su ocasión, se ha entregado a un pacto de Gobierno con el PS sin fecha de caducidad, donde perderá el blanco satén tan celosamente guardado.
Al lado contrario, la imagen del fingido malestar de los venezoiranies podemitas se consolidará en la izquierda, y sin prisas, esperaran sentados a que llegue Snchz o una nuevas elecciones para ser ellos los que prueben y fijen las condiciones de un "Acuerdo para un Gobierno de progreso Frente Populista".
En este fuego fatuo teatral con pacto, firma y "sin fecha de caducidad" entre Snchz y Rivera solamente quedará por desvelar cuál de los dos es el que ha entregado su alma. Quién ha firmado al lado del Doctor Fausto y quién ha firmado al lado de Mefistófeles. Pero eso quedara para el siguiente acto de nuevas elecciones.