Gobernar en minoría

Por Ramón Villota Coullaut

Cuando se habla de gobernar en minoría se entiende que el partido que ha obtenido mayoría simple en el Congreso sea el que gobierne y pacte con otros partidos. La situación actual es distinta. El Partido Popular rechaza esta opción, por el momento, y han de ser el PSOE y Podemos quienes intenten llegar a un acuerdo de gobierno. Pero con la paradoja de que ambos partidos no obtienen la mayoría absoluta en el Congreso de los Diputados, y eso entendiendo que no haya fisuras que rompan esa mayoría relativa, lo que tiene su importancia a la hora de elaborar leyes.

Así, el proceso legislativo, de acuerdo a la Constitución de 1978, es el siguiente: el Gobierno presenta los diferentes proyectos de ley para que el Congreso los apruebe –lo que ya de por sí puede ser complicado con mayoría relativa-, y posteriormente deben pasar al Senado, esa segunda Cámara que cae en el olvido en numerosas ocasiones y en la que el Partido Popular tiene la mayoría absoluta. Esto implica que una reforma legal con la oposición del Partido Popular deberá volver al Congreso, donde requerirá de mayoría absoluta para seguir adelante, es decir, un acuerdo mayor que el de PSOE y Podemos.

Y eso sin entrar en las leyes orgánicas, en cuyo caso la mayoría absoluta se requiere por parte del Congreso en todo momento. Así es en las reformas electorales, de los Estatutos de Autonomía y referentes a derechos fundamentales y libertades públicas. Por el contrario, el decreto-ley, para las materias que no requieran de ley orgánica, puede ser una fórmula para que el Gobierno burle el control parlamentario de inicio basándose en razones de urgencia, pero en 30 días el Congreso debe refrendar cualquier decreto-ley, lo que nos lleva al punto de partida.

Para finalizar, cualquier reforma constitucional requiere, como mínimo, sigue diciendo nuestra Constitución, de la mayoría absoluta del Senado, lo que obliga a ver como inviable cualquier reforma constitucional en esta legislatura sin el apoyo del Partido Popular. Esto hace que con los resultados electorales actuales todo acuerdo de Gobierno debe ser como mínimo de 3 partidos y que la posición del Partido Popular, siendo complicada para formar Gobierno, es mucho más factible como minoría de bloqueo. Por tanto, estamos ante una partida que, para el caso de que no haya nuevas elecciones, puede ser larga.