Desde el otro lado del Duero

Por José María Arévalo Miguel

El miércoles 13 de enero con el acuerdo en la elección del Presidente de las Cortes se ha estrenado la décimo primera legislatura de esta democracia. Para comenzar, el Partido Popular de Rajoy ha dado su abstención para que se pueda colocar el socialista Patxi "Nadie" López en la Presidencia del Congreso, puesto, que a tenor de lo previsible será de vital importancia en esta legislatura que será breve, o no. Tercera magistratura del estado, que será ocupada por otro socialista sectario que destaca por creer y gritar que la derecha del PP "en cuanto abre la boca se le ven las caries del franquismo", y por ejercer de portero de discoteca en la capilla ardiente del asesinado por ETA Isaías Carrasco, expulsando de malas y aparatosas maneras a Rajoy. Cuyo partido, en justa compensación y gratis et amore, en menos de un año le entrego sus votos para que el mismo que les expuso de la capilla ardiente fuese proclamado Lendakari.

Antes de tan importante votación en esta legislatura los españoles y el mundo entero pudieron ver el inicio del esperpento en el que se convertirán las Cortes, donde justamente está representado el pueblo español, y donde los nuevos ínclitos dejaron clara sus intenciones esperpénticas y de destrucción para la legislatura. Unos, haciéndose acompañar en su entrada triunfal por una charanga ruidosa. Y otros con orondas barriguitas fruto de la práctica del "sillonbol" y la buena vida burguesa, dando la nota haciendo su entrada sobre lo alto de una bicicleta o acompañando su entrada a pie con una bicicleta a garrada por el manillar.

Ya dentro del hemiciclo la falta de una cierta dignidad y respeto a tan ilustres cargos continuó su estrambótica representación. La podemita Carolina Bescansa apareció subiendo las escaleras de las Cortes cargada con su bebé de seis meses y el carrito, no queriendo utilizar el ascensor que hay para cubrir estos casos u otros como los de las personas que no pueden subir por ellas mismas. No contenta con el planificado espectáculo, aun conociendo que el Congreso tiene guardería, se sentó en su escaño con el bebé en brazos, le llevó a votar e incluso le dio el pecho, eso sí, tuvo el detalle de dejar afuera de la sala a la "chacha" que le cuida el bebé incluso en los actos de partido. Entre todo este ajetreo y trastorno para el pequeño, también tuvieron tiempo de utilizarle pasándosele de mano en mano de los podemitas para que les hiciesen su correspondiente foto. Durante este montaje y chirigota hubo un diputado que votó al "bebé de Bescansa" para presidente del Congreso.

Todavía les faltaban más actos en todo este esperpéntico montaje como la visualización de los podemitas y el resto de antisistema a la hora de jurar el cargo añadiendo su particular coletilla anticonstitucional y con tintes totalitarios al juramento para diferenciarse del resto: "Prometo acatar la Constitución y trabajar para cambiarla. Nunca más un país sin su gente y sin sus pueblos", o "Que la gente mande y el Gobierno obedezca", acompañando toda esta retahíla con el visible gesto, al más puro estilo totalitario, antidemocrático, y guerracivilista, de alzar el puño -algo que ni con los comunistas Carrillo o la Pasionaria había ocurrido en esa sala que representa la democracia del pueblo español-, incitando, provocando y admitiendo que el que quiera pueda algún día hacer el mismo gesto, al más puro estilo totalitario, antidemocrático y guerracivilista, pero con la mano extendida.

Pero como hasta el final todo es propaganda, quedaba el acto más lacrimógeno de los podemitas, que se visualizó cuando a la salida del Congreso, durante la foto del grupo podemita, tanto Pablo Iglesias Turrión como Íñigo Errejón, como fingiendo, no pudieron contener la emoción y rompieron a llorar dejando ver como corrían las lágrimas por sus mejillas de la emoción del momento.

Cuentan que el conde de Romanones, teniendo el compromiso del voto de los académicos de la lengua, para ser uno de ellos, no consiguió ni un solo voto. A lo que tras conocer la noticia de la votación exclamó ¡Joder, qué tropa!

Desde el primer día de esta nueva legislatura los podemitas, los antisistema y el resto de los anticonstitución van a estar actuando y maniobrando para asaltar los cielos y saltar el sistema democrático que tenemos. El resto, entre negociar sus parcelas y no saltarse su línea roja, estarán viendo pasar el tiempo. Y la economía, que parecía ir a más, irá a menos, mientras los parados irán a más, y la nación y su constitución se pondrán en almoneda. ¡Menuda tropa! que ha entrado al Congreso. Esta vez no nos dejaran al borde del precipicio como los socialistas en 2011, irán un paso más.