No ha cambiado nada

Pablo Iglesias recoge su acta como diputado en el Congreso/J. J. Guillén/EFE

Pablo Iglesias recoge su acta como diputado en el Congreso/J. J. Guillén/EFE

Por Alejandro Pérez-Montaut Marti (@alejandropmm)

Hoy El Confidencial ha destapado una noticia que llevaba ya tiempo latente sobre la formación que dirige Pablo Iglesias. En el artículo, aseguran que la UDEF investiga a Podemos por financiarse presuntamente del régimen iraní. Irán, ese país donde los derechos humanos no existen, podría haber financiado a Podemos con hasta cinco millones de euros. El partido de Pablo Iglesias, así como sus marcas blancas y coaliciones obtuvieron nada menos que 69 diputados en los comicios del 20-D y hoy sale a la luz su posible financiación ilegal, que de ser cierta convertiría a Podemos en el partido que menos ha tardado en corromperse, antes incluso de su fundación.

La Unidad Central de Delincuencia Económica y Fiscal, la misma que investiga la trama Gürtel investiga ahora a Podemos. De momento, desde el partido nadie a dado explicaciones sobre la noticia, que según afirma El Confidencial, podría haberse dado en plena campaña electoral, momento en el cual comenzó la investigación, pero no se dio para no interferir en las elecciones.

La nueva política demuestra cada día ser más parecida a esa vieja casta contra la que ellos, los salvadores del pueblo, dicen luchar. Muchas han sido las críticas desde Podemos al Partido Popular por su financiación ilegal, y ahora resulta que se les investiga por el mismo delito. Nada parece haber cambiado salvo una cosa: los guerreros de Twitter.

Podemos dispone de un ejército perfectamente amaestrado y formado que salen a defender a su líder ante cualquier tipo de noticia que pudiera hacerle daño, sea verdad o mentira. Yo personalmente, cuando quiero evadirme ya no cojo un libro, sino que prefiero mirar el Hastag del momento. Risas garantizadas gracias a la parcialidad de los súbditos de Iglesias, que ante cualquier acusación a su amado líder, tergiversan la realidad y acaban cargando contra otros. Es el clásico "y tú más" del que tantos y tantos españoles queremos deshacernos, pero no hay manera. Cargan contra los periodistas, contra los columnistas que opinen diferente y contra el resto de partidos, acusándolos de manejar los hilos de una "conspiranoia" que lo único que pretende, según ellos, es hacer daño a los dulces y transparentes "mensajeros del cambio".

No se engañen, no ha cambiado nada. La inmensa mayoría de españoles son incapaces de ver con imparcialidad los errores cometidos por los dirigentes a los que ellos han votado. Seguimos en parte teniendo una visión sesgada y una doble vara de medir con nuestros políticos. Si la UDEF investiga la Gürtel, el PP está lleno de "chorizos". En cambio, si la UDEF se atreve a investigar a Podemos, se convierte automáticamente en un organismo perteneciente a esa conspiración maquinada por "los de arriba". ¿Quiénes son los de arriba? No lo sé, pregunten a algún militante de Podemos.

Hace gracia ver cómo las redes se han llenado esta mañana con fotos de Bárcenas y con noticias sobre las tramas de corrupción en las que está involucrado el Partido Popular. Pero esos que desvían el tema no son capaces de quitarse la venda de los ojos y criticar a su partido si realmente lo merece. Se limitan a envenenar las redes y despojar de veracidad al medio de comunicación que no le baila el agua a su líder.

Sorprende ver cómo esa misma gente era la que hace dos semanas tuiteaba con el Hastag #LiberenaCintora, denunciando la represión que el periodista supuestamente había sufrido. Hoy tuitean al revés, desprestigiando a un medio de comunicación que ha sacado a la luz la posible corruptela oculta en Podemos antes ni siquiera de haberse constituido el Congreso de los Diputados. Con esto lo único que demuestran es la permisividad ante la corrupción que sigue teniendo la sociedad española. Aceptamos la corrupción o la condenamos, todo depende de su procedencia. Tratamos la información de manera diferente según de qué noticia estemos hablando. Algunos menosprecian y se mofan del medio o el periodista que les incomoda, dejando al descubierto su actitud totalitaria e intolerante con la libertad de prensa y de opinión. Muchos de los que denuncian la influencia de los partidos políticos en los medios de comunicación serían felices si fueran ellos los que ejercieran la represión de la que tanto se avergüenzan. La frustración por no tener una prensa acorde a las ideas de unos pocos hace que estos se disfracen de activistas, y con actitud reivindicativa denuncian y luchan contra una supuesta represión que ellos mismos quieren ejercer.

En España no ha cambiado nada, y seguirá sin cambiar mientras una buena parte de la sociedad siga ostentando ese filtro que nos convierte en seres sin capacidad de valoración y autodeterminación, como ovejas que andan en grupo hacia ninguna parte siguiendo el grito de su pastor.

En España no cambiará nada mientras la sólida coraza ideológica que tienen algunos no permita a la sociedad moverse y expresarse con libertad. No cambiará nada mientras la sociedad española no tenga capacidad de autocrítica.