"Ahora no Trini, ahora no"

Trinidad Jiménez/Flickr

Trinidad Jiménez/Flickr

Por Alejandro Pérez-Montaut Marti, @alejandropmm

El secretario general del PSOE y candidato a la Presidencia del Gobierno, Pedro Sánchez, se ha mostrado en numerosas ocasiones abiertamente contrario al fenómeno de las "puertas giratorias". Esta desafortunada práctica es por desgracia habitual entre nuestros expresidentes y exministros, que una vez abandonan la vida política, son contratados por grandes empresas para puestos de asesoramiento y gestión. Puestos con sueldos bastante suculentos y a los que difícilmente se puede resistir alguien si se lo ponen en bandeja. Puestos que aseguran una jubilación dorada a una persona que no puede ya vivir sin las bondades que le otorga su particular estado de bienestar.

Bien, pues llega otro "donde dije digo digo Diego" de nuestro querido candidato socialista, que de socialista tiene poco. La exministra Trinidad Jiménez anunciaba hace pocas semanas que se retiraba de la política para dejar paso a las nuevas generaciones que según ella, son necesarias. Pero no lo hace para trabajar en cualquier puesto acorde a su formación (Licenciada en Derecho), sino para fichar por alguna de esas empresas que tan interesadas están en los políticos retirados.

Trinidad Jiménez ha ocupado la cartera del Ministerio de Sanidad y la del Ministerio de Asuntos Exteriores. Dos instituciones muy relacionadas entre sí, que hacen que el candidato a ser su máximo gestor pueda ser la misma persona, puesto que no requieren conocimientos específicos de ningún campo en especial. Nótese la ironía.

Antes de ni siquiera agotar la legislatura, Trinidad Jiménez se encuentra negociando con Telefónica su próxima incorporación una vez que abandone su escaño en el congreso de los diputados. Jiménez dice estar negociando para formar parte del "área internacional" de la empresa. Sin embargo, afirma no tener demasiado claro lo que finalmente hará después de las elecciones generales a las que no se presenta. Yo creo que pocas cosas tiene más claras en su vida que esta decisión, sin embargo desde el PSOE supongo que le habrán pedido discreción hasta que pasen las elecciones, puesto que hay titulares que matan y el Partido Socialista no está para muchos escándalos. La señora Trinidad Jiménez tendrá tiempo de fichar, cobrar y asesorar internacionalmente todo lo que quiera, después como digo de las generales, cuando una vez más nos hayan engañado.

Así son las puertas giratorias, motivo por el cual un político se puede despreocupar de su futuro pese a perder unas elecciones o retirarse de la política activa. Así es, puesto que con este mecanismo, se asegura a ciertas personas un trabajo bien remunerado, para el cual el único currículum que hay que tener es el de haber sido "ex-algo importante". El instinto de supervivencia -o más bien la codicia-, todo lo puede. Y Trinidad Jiménez no va a ser menos que Felipe González o Jose María Aznar.

Pedro Sánchez ayer se indignaba ante las acusaciones de Iglesias sobre la exministra durante el debate a tres, pero lo cierto es que al secretario general de Podemos no le faltaba razón, puesto que Trinidad Jiménez tiene muy claro su futuro, pese a evitar hablar de él. El candidato a la Presidencia del Gobierno por el PSOE ha pecado una vez más de falta de transparencia e incoherencia, puesto que si no hubiera tomado medidas para evitar esa desafortunada decisión de su compañera y así hubiera demostrado que el PSOE se ha regenerado. Pero por desgracia, nada más lejos de la realidad.

Me imagino que la respuesta de Sánchez a Trinidad Jiménez al comunicarle ésta su decisión debió ser algo como "Ahora no Trini, ahora no".