Por Maria Luz Simón González
Hace varios años una antigua maestra, de las que se hacían detrás de una puerta (así se decía en mi pueblo por la sencilla obtención del título) aunque fueran capaces de dominar los ánimos de 100 niños, pasaban hambre si no era por el apoyo de algún considerado padre y tenían hasta que limpiar el aula (cosa rara que no se le haya ocurrido recurrir a esto a Carmena). Pues bien, esta maestra dulce, culta y apasionada de su trabajo me contó que durante un tiempo trabajó enseñando a los hijos de los trabajadores de una gran finca, demasiado lejos de cualquier pueblo con escuela.
El señor de la finca, con todos los atributos despóticos del gran hacendado que hicieron a la izquierda ser lo que fue y justificar lo que es, le dijo al empezar a trabajar allí: "usted enséñeles... pero no demasiado, que luego aprenden y no nos quieren servir".
Y con esa frase, con esas 13 palabras simples y calmadas reflejó todos los miedos del poder a ser suplantado en su supuesto designio vital. Porque como decía Aristóteles la "democracia sin educación degenera en demagogia", y la demagogia, como expresión de sentimientos básicos puestos a dirigir el mundo, se puede cambiar de un plato de la balanza a otro. Podemos hacer que un pueblo inculto vea en la religión, en la patria o en el amo su yugo y luchará con uñas y dientes por destruir todo eso que le encadena a su triste existencia. Pero también podemos hacerle creer que solo será feliz si disfruta del mejor coche, una televisión como un campo de fútbol o un móvil que le teletransporte a la luna y será capaz de arrastrar a la hoguera a quién piense diferente. Pero la realidad es que ni uno ni otro será feliz porque cuando le desnuden y le lleven a un campo de concentración pensará que le han quitado todo, sin saber que el Todo nadie se lo podía quitar si lo hubiera poseído.
Pero claro, para entenderlo así necesitaba estudiar historia, literatura, filosofía, pero el poderoso no quería que aprendiera demasiado, que podía prescindir de todo eso que no le iba a servir para construir esos grandes televisores y esos megasuperguays smartcosa.