Aire fresco

Por Juan Luis Guerra

Desde hace ya tiempo, el aire se ha vuelto irrespirable, y no me refiero al que respiramos por los pulmones, sino al político, al social, al judicial, y en consecuencia al de los medios de comunicación.

Nos vendieron una democracia ideal en la Transición, donde todo eran unicornios y flores con el arco iris de fondo, hasta que alguien nos dijo que "Montesquieu ha muerto" o que "a España no la va a reconocer ni la madre que la parió".

Y en esas estamos. Los tres poderes que se suponen independientes, el legistativo, el ejecutivo, y el judicial, son totalmente permeables, y llenos de goteras y filtraciones. En consecuencia, la Justicia está supeditada a los tiempos , o a las resoluciones "que convengan".

Por otra parte, la ciudadanía ya se ha dado cuenta de que el bipartidismo es la misma moneda con dos caras. La gente está harta, y ya no cree en la clase política. El ambiente está enrarecido.

Y todo esto no sería posible sin la inestimable ayuda de "el cuarto poder", la prensa, televisión, y radio, que también tienen grandes filtraciones con los otros tres poderes, de los que son altavoces y transmisores. Los unos no pueden vivir sin los otros.

Y en estas estamos cuando nace EL ESPAÑOL. Una arriesgada aventura, una ventana abierta para permitir la entrada de aire fresco a una habitación con un ambiente cargado y contaminado.

El hecho de financiarse sólo con las suscripciones, los socios, y la publicidad, es algo que garantiza independencia y libertad para informar, opinar, e investigar. Y no es fácil, el poder llevar adelante un proyecto así.

Pero la ilusión mueve montañas, y este proyecto, se ha hecho posible por la ilusión de muchas personas por cambiar, por hacer cosas diferentes, y por abrir la ventana.