Por Moncho Conde-Corbal
Dos palabras para un frontispicio de un nuevo periódico español o EL ESPAÑOL; dos adjetivos aliados en una noble intención de hacer el favor a un país que ha perdido El País, El Mundo, La Vanguardia y un etcétera largo de periodismo en todas las provincias que nos ha dejado huérfanos a los ciudadanos de un cuarto poder tan necesario en democracia.
Tal vez se pueda ser combativo sin ser independiente pero no es posible ser independiente sin ser combativo, pues a ver quien osa discutir la natural tendencia humana a la comodidad y su complacencia; comodidad que generalmente se logra a costa de no pelear por la verdad. La verdad duele lo suficiente como para querer afrontarla pero no es cuestión obviarla, de igual manera que no se debe dejar de encarar la enfermedad cuando asoma, pues el tiempo juega en contra de su sanación.
Demasiada mentira en nuestra democracia y prensa, sin querer desmontarla, que como el virus que no se ataja tiempo ha corrompido el sistema que obliga hoy a ser muy combativo para darle potente revés a esta cara de la moneda, mala cara y enferma.
La expectativa está creada por estas mágicas palabras: combativo e independiente, que esperamos no se caigan de este frontispicio tan ilusionante.