Por Antonio Castro Villegas
"La verdadera medida de nuestra valía se compone de todos los beneficios que los demás han obtenido de nuestro éxito".
— Cullen Hightower
La crisis socio-económica desencadenada en los EEUU arrasa a todos por igual sin tener en cuenta el color de la piel, la clase social a la que pertenece ni su nivel de riqueza. Bien es cierto que a cada persona le afectará más o menos en función de su situación personal, del país en el que viva y del color de su piel.
La crisis además es utilizada por todos los poderes fácticos para tomar medidas sobre aquellos asuntos que bajo una perspectiva normal no tocarían. De aquí que empresarios, políticos e incluso los religiosos hayan aprovechado esta última crisis para hacer y deshacer a su antojo.
En España, sin ir más lejos, se han destapado casos de corrupción desde la realeza hasta el último ratón de la madriguera, pasando por el misterio de la Santísima Trinidad.
Para no ser menos, el poder político descabeza a aquellos medios que no le son afines, a la vez que potencian a aquellos que sí lo son.
La libertad de prensa nunca debería estar sometida a los poderes de uno u otro político y en esto Pedro J. ha sido un baluarte en aquellos medios en los que estuvo, así que el título de este escrito se lo dedico a él, que el día 29-1-2014 consiguió ver lo que muchos políticos de tres al cuarto no vieron, aunque no paraban de decirlo: “La luz al final del túnel”.
Ese túnel de la información en el que llevamos tiempo metidos es el que le dio luz a Pedro J. para iniciar el proyecto que ahora, al final del túnel. verá la luz del éxito, a la vez que los demás ciudadanos obtendremos los beneficios de este éxito en pro de la verdad y la libertad.