Es poco atractivo lo seguro, en el riesgo está la esperanza

Por César Sampedro Sánchez

La frase no es mía, es del historiador romano Tácito. He leído que la utilizaron un grupo de periodistas salidos del extinto Diario 16 que se animaron a la arriesgada tarea empresarial de fundar un nuevo diario, hace más de veinticinco años, con unos medios y recursos que nada tienen que ver con los actuales.

En el siglo XXI el panorama español de los medios de comunicación en España ha cambiado y mucho. Al mismo tiempo que se producía la crisis de los medios tradicionales, con un descenso cada vez más acusado de los diarios en papel, surgía la oportunidad de la edición digital. Ciertamente son malos tiempos para cualquier medio de comunicación, la dependencia económica de sus grupos editoriales y éstos del poder económico, fundamentalmente de la banca, la obsesión del poder, especialmente del actual Gobierno por el control omnímodo de todos ellos. Los medios de comunicación han pasado en poco tiempo de ser un pequeño contrapoder a ser una plataforma de apoyo a éste. Lejos quedó el periodismo romántico, nacido en el siglo XIX donde el papel impreso con rotativa servía para defender las ideas políticas, para criticar al gobierno, para ser en suma una voz del ciudadano.

Una frase de George Orwell “periodismo es publicar todo aquello que no quieren que se publique, lo demás es relaciones públicas” recoge muy bien la realidad de los tiempos para la profesión. Pero también es cierto que se han abierto nuevas puertas para la profesión y para la libertad de expresión. Las ediciones digitales son una de estas oportunidades. Alejadas del control de los grupos editoriales y en su mayoría financiadas con las aportaciones de los lectores se han convertido en una buena alternativa a los medios tradicionales, tanto impresos como audiovisuales.

El modelo del diario francés Mediapart se ha convertido en un buen paradigma para muchos de ellos, y ha ido proliferando distintas plataformas y medios digitales, la mayoría de ellas con una línea editorial marcadamente de izquierdas y crítica con el poder, a la izquierda del principal partido de centro izquierda del país. Faltaba tal vez un medio sólido que recogiera las inquietudes y apoyara al centro político de este país.

Por eso, cuando Pedro J. Ramírez hizo un llamamiento para hacer un crowdfundig para impulsar este nuevo medio, no dudé en atender a la llamada, toda vez que mis ideas tal vez no se correspondieran con la línea editorial del medio ni con las del propio director, se trataba de ampliar la pluralidad informativa, de apoyar a un medio que se nos anuncia independiente, plural y combativo, y bajo estas premisas, y habiendo sido colaborador estrecho de un medio local de mi ciudad, donde me han dado amplias cotas de libertad para escribir de manera independiente y combativa, no podía dejar de atender al llamamiento de Pedro J., a quien conocí en persona por una de estas casualidades de la vida, por la lectura de un excelente libro de Historia escrito por él mismo.

De manera que volvemos al principio, es cierto que corren malos tiempos para la lírica, que los medios de comunicación tradicionales son cada vez más débiles, pero tal vez por ese motivo tengamos el cometido, como ciudadanos libres, comprometidos políticamente y pendientes siempre del devenir colectivo, de apoyar proyectos como el de EL ESPAÑOL, al que deseamos muchos años de vida y éxito. Tácito lo expresó con maestría hace casi dos milenios: “Es poco atractivo lo seguro, en el riesgo está la esperanza".