Tente mientras cobro

Jorge Zapata/EFE

Jorge Zapata/EFE

Por José María Arévalo Miguel

Aparte de los gustos de cada cual sobre cómo deberían de ser los debates electorales y la obligación o no de los candidatos de realizar uno o varios y variados debates, incluyendo al presidente del momento que se presenta a la reelección, Rajoy llegó al debate del cara a cara con el candidato del Partido Socialista, Pdr Snchz, en una óptima posición, visto el resultado del anterior debate a cuatro, o tres más una -candidata por si acaso-, donde los partícipes fueron a intentar no perder votos, y no a intentar ganarlos.

Vistas las encuestas publicadas en los últimos días, las posiciones de los cuatro partidos con más opciones de voto que aparecen en ellas están bastante fijadas. Salvo cualquier campaña de agitprop estilo Prestige, ¡No a la Guerra!, o cercar las sedes de algún partido político (el de siempre),o algo nada descartable pues para eso se las pintan solos, la mala gestión por parte del partido del Gobierno de alguna tragedia de última hora, el PP salvará las distancias con los otros tres siguientes partidos, entre los cuales cualquier pequeño movimiento del voto aupará a uno sobre el otro o al otro sobre el uno.

La gran cuestión será ver si Ciudadanos queda por delante del Partido Socialista o queda por detrás, algo que será fundamental en las posteriores conversaciones que deban llevar a buen puerto, o no, la formación de un nuevo Gobierno de Rajoy, si como apuntan todas las encuestas el PP es el partido que gana las elecciones.

Si Ciudadanos quedase segundo podría ser una mayor complicación para el de Santiago de Compostela, que además de comenzar a pensar las decenas de puntos del acuerdo que tendría que firmar, estilo Comunidad Autónoma de Madrid, sobre el partido correría el fantasma de si entre esos puntos habría uno como el que tuvo que aceptar el PP de la Rioja sobre el futuro presidente.

Pero si Ciudadanos quedase por detrás del Partido Socialista, en su coherencia, tendría que actuar como en la Comunidad Autónoma de Andalucía, haciéndose los semiduros pero aceptando casi todo con la excusa de anteponer la gobernabilidad a tener que elegir entre un gobierno con podemitas y socialistas, o nuevas elecciones. Algo a lo que se supone, en coherencia, que no estarían dispuestos.

Rajoy ya ha dado por amortizado al socialista Pdr Snchz, que el solo se quitó las vocales, y que su sectarismo ideológico por querer hacerse el heredero del zapaterismo frente a los podemitas que son las verdaderas criaturas del guerracivilismo zapataterista, le va a quitar las consonantes.

Intuyendo que para el 21-D están agotados los billetes del AVE Sevilla Santa Justa–Madrid Puerta de Atocha, Pedro Sánchez en el debate con Rajoy, desde la primera campanada provoco un encenagado debate donde llegó a la acusación infame contra su oponente, algo nunca practicado por ningún candidato en democracia. El Partido Popular dio la impresión de plantear un "cara a cara" sin muchos ni excesivamente duros ataques a su contrincante, incluso después de ser injuriado Rajoy y tener que decirle: "Hasta aquí hemos llegado". Aun así, Rajoy tuvo que hacer lo contrario a lo que hacen los malos púgiles en el ring, que cuando saben que no aguantan más pretenden llegar al final del combate agarrándose al contrario en cuanto pueden, y sueltan golpes bajos antideportivos.

Rajoy, sin ser un excelente púgil ni dominar los combates marrulleros, ha tenido que ir esquivando los alocados e increíbles -por falsos- ataques de Snchz, agarrándole durante todo el debate, pero para que no se le cayese al primer golpe y aguantase, más bien que mal, todo el debate, haciendo del no ataque dialéctico al contrincante socialista un "tente mientras cobro", que tienes que llegar a tu verdadero combate que viene en AVE desde Sevilla.