Por Francisco Javier Narbona Mena
El pasado viernes Albert Rivera aterrizó en La Moncloa con una propuesta: un "Pacto por España". Dicho texto, que consta de cinco puntos, no es más que una redundancia en la lógica de los partidos constitucionalistas.
¿No se presupone que cualquier partido con aspiraciones de Gobierno debe defender la Constitución y la unidad de España?
¿No es obvio que para reforzar la integridad territorial del Estado es conveniente no verse condicionados por quienes pretenden romperla?
En Francia, Alemania o EEUU este tipo de pactos no son planteables, pues están implícitos, pero en este nuestro país, lo que no está escrito, no existe.
Una vez más, Spain is different.